Se trata de uno de los objetivos presente en el Plan Estratégico de Seguridad Vial que ha aprobado la Comisión Catalana de Tráfico y Seguridad Vial para los próxos diez años: involucrar a toda al sociedad en la reducción de los accidentes de tráfico y sus consecuencias. Igualmente, apuesta disminuir el número de heridos graves, aumentar la investigación hasta niveles europeos e plantar sistemas inteligentes y de gestión del tráfico.
Un grupo de expertos, bajo petición del Servicio Catalán de Tráfico (SCT) ha elaborado un Plan Estratégico de Seguridad Vial para el periodo 20112020, el cual ha sido aprobado la Comisión Catalana de Tráfico y Seguridad Vial (CCTSV). El consejero de Interior, Joan Saura, y el director del SCT, Josep Pérez Moya, han sido los encargados de presentar este documento estratégico que marcará las líneas de trabajo a seguir a la espera de que la Unión Europea fije a finales de año un objetivo común.
En este sentido, Joan Saura ha destacado que los accidentes no son fortuitos, lo que ha señalado que continuarán proponiendo nuevos objetivos y nuevas ambiciones. Y es que ‘nos queda mucho trabajo hacer mientras haya un solo accidente de tráfico que se pueda evitar’, ha recalcado.
Hay que tener en cuenta que, según el anuario estadístico del 2009, 33.000 personas resultaron heridas en accidente de tráfico y 411 personas murieron en las carreteras catalanas. Ante estos resultados, el consejero ha insistido en la necesidad de ‘continuar invirtiendo el máxo de esfuerzos en pro de la seguridad vial’.
Otro de los objetivos alcanzados es la reducción de los accidentes en las zonas urbanas. La comisión propuso que en el año 2010 todas las poblaciones de más de 30.000 habitantes o capitales de comarca dispusieran de un plan local adaptado a las necesidades concretas de cada núcleo urbano. El anuario de 2009 constata una reducción del 14,9% en el número de muertos en las vías urbanas, la reducción más tante de los últos diez años.
Entre los objetivos para los próxos diez años se encuentra el diseño de una estrategia de actuación y comunicación que, desde el liderazgo y la plicación de las instituciones públicas, involucre a toda la población en la mejora de la seguridad vial como prioridad del Gobierno y de la sociedad civil. Igualmente, se apuesta definir e plantar un sistema de gestión de la seguridad vial que sea capaz de asumir los nuevos retos (aumentar la calidad y disponibilidad de los datos de accidentes y movilidad, mejorar el marco legal de la seguridad vial en las zonas urbanas y avanzar en la modificación reglamentaria para la validación y garantía de los resultados de los controles policiales); disminuir la exposición a los accidentes con heridos graves y reducir la gravedad y las consecuencias de estos siniestros. También se reforzarán los programas de educación y formación como elementos clave dentro de las estrategias de prevención de la accidentalidad ( ejemplo, desarrollar la educación para la movilidad segura en las escuelas sobre la base de los decretos educativos actuales e introducir la educación para la movilidad segura en el tiempo libre). Por últo, se propone la elaboración de planes trienales (Plan Catalán de Seguridad Vial) con indicadores objetivos y de calidad para tomar las decisiones de seguridad vial en cada momento.
El documento es fruto del trabajo de un grupo de expertos formado el Servicio Catalán de Tráfico, los Mossos d’Esquadra, la Fiscalía de Seguridad Vial, el Departamento de Política Territorial y Obras Públicas, el Departamento de Salud, el Ayuntamiento de Barcelona, la Federación de Municipios de Cataluña, la Asociación Catalana de Municipios, la Diputación de Barcelona, el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) y la asociación PAT (Prevención de los Accidentes de Tráfico).
