Los datos de la audiencia son inapelables. Unos catorce millones de espectadores y espectadoras vieron la victoria de la Selección con Alemania en un cla de fervor patriótico difícilmente superable, salvo que el domingo los de “la roja” sean campeones del mundo. Nadie podrá ya quitarnos del cuerpo, el inmenso placer que nos produjo este partido de futbol único y lo tanto irrepetible. Niños, jóvenes y viejos hemos participado en este orgasmo colectivo sabiéndonos mas pobres, mas en el paro y con la cuenta corriente familiar en quiebra absoluta. Nos ha dado igual, que, aquí, de lo que se trataba, era de que el pulpo Paul acertara y que la Merkel se guardara sus bailecitos contra Argentina en el local donde Guterbeng inventó la prenta, en la inolvidable Maguncia.. Todo ha salido bien y ya solo falta rematar. De momento, y a cuenta de sus astucia empresarial, las gentes de Telecinco han hecho que su fiesta comercial sea este 7 de julio del 2010. Se han puesto las botas que se la han jugado a caballo ganador. Los de Prisa se los miran ahora con indisulada envidia, pensando que antes de comenzar el Campeonato, todo lo que se ha visto y lo queda ver era “absolutamente suyo”. ¡Que se le va a hacer!
MANUEL FERNANDO GONZÁLEZ