A este menda, que no ha perdido la afición la radio, le encanta en verano descubrir nuevos horizontes y sobre todo mejorar sus conocientos. Por eso, como Labordeta, coge su mochila y nunca olvida meter en ella un buen aparato de radio a prueba de golpes e interferencias. Es tiempo de radio local y de emisoras desconocidas para la mayoria de la gente, donde se están formando los que han de suceder a los Del Olmo, Herrera y a los demás, que hoy son las estrellas del firmamento radiofónico.Y heteme aquí, que metidos en harina radioeléctrica, me topo con un viejo amigo que ha decidido volcar su talento y su hermosa voz en una emisora de pueblo y demostrar con ello, que la mejor manera de jubilarse es seguir trabajando en tu paraiso particular y a otro ritmo. Le hablo del gran Andres Caparrós, que vuelto a su Almería garruchera, se ha montado una radio que es gloria bendita, donde, a los que nos gusta el talento se lo encuentra a manos llenas todos los días que duran las vacaciones. Radio Marinera, que asi se llama el invento, me alegra el corazón y me recuerda aquel viejo amigo con el que compartí micrófono en Barcelona y que era uno de esos locos del dial que nació para convertir la publicidad en arte y los programas en directo en un festival armonioso de sonidos borrables. Si todos los grandes que tenemos en la radio privada hicieran lo mismo que ha hecho Caparrós, la radio local seria de nuevo esa escuela de genios que las grandes cadenas andan buscando para llenar sus parrillas de programación..
Manuel Fernando González
Editor y Director
