Dos de los canales más tantes de Chile cambiarán de dueños antes de que finalice el mes de agosto. El Grupo Luksic compró el 67% de las acciones del Canal 13 –hasta ahora en poder de la Iglesia Católica 55 millones de dólares. Mientras que Chilevisión podría ser comprado Grupo local Bethia o Te War.
Esta operación se ha concretado en medio de los últos coletazos de la venta de Chilevisión, cadena de televisión de propiedad del actual Presidente del país Sebastián Piñera, televisión que el mandatario se comprometió a enajenar en plena campaña electoral para acallar las críticas sobre incompatibilidades empresariales y políticas. Las informaciones apuntan a que esta vez sí que se concretaría la venta de la cadena, en el mercado desde hace varios meses.
La prensa local apunta a que esta vez la lista de interesados sólo se reduce al grupo nacional Bethia –dueños de empresas de gran consumo, alentario e inmobiliarias y el estadounidense Te War, propietario de las cadenas CNN, TNT y HBO, y las revistas People, Fortune y Te. Aunque el grupo estadounidense habría presentado la oferta más interesante, unos 150 millones de dólares, muchos medios apuntan a que el grupo nacional estaría a la cabeza de esta compra, a pesar de que su oferta es de 120 millones de dólares. La razón es que los estadounidenses han puesto demasiadas condiciones.
La diferencia de valoración entre estas dos cadenas tiene mucho que ver con la actual situación de las audi encias de la televisión chilena. Los últos datos semanales indican que CHV ocupa el segundo lugar con un 16% de share acumulado, mientras que Canal 13 ocupa la cuarta plaza hasta el 10%, una tendencia que se ha mantenido durante el últo año. Estos datos son además parte del fenómeno de creciento del últo lustro en que las cadenas privadas han superado a las institucionales. A comienzos de la década lideraban cómodamente Canal 13 y TVN (canal estatal) fundados en la década de los sesenta, que ahora han sido superados Megavisión (nacida en 1990 de la mano del Grupo Claro) que lidera actualmente con un 22% y Chilevisión, vendida la Universidad de Chile en 1993 al Grupo Cisneros.
De concretarse esta segunda venta, estaríamos además ante la mayor revolución en el control de las televisiones chilenas en toda su historia y un paso más hacia la privatización de las cadenas de este país. Después de estas operaciones, el panorama quedaría con cuatro cadenas privadas de difusión nacional (Megavisión, Canal 13, Chilevisión y La Red) frente al canal público TVN, que compite directamente con las privadas, aunque bajo el mando de un Consejo de Administración acordado en el Congreso chileno.
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