Corría el año 1982 cuando la contaminación de varios embases de Tylenol colocaron en el punto de mira y desconfianza de millones de usuarios a Johnson & Johnson. La compañía no sólo salvó esta crisis, sino que salió reforzada, convirtiéndose en un referente de credibilidad y en la que los usuarios devolvieron su confianza.
La historia dos décadas después se repite, aunque ahora con mayores dificultades, ya que no son terceros los responsables de las retiradas de 11 medicamentos en Estados Unidos en lo que va de año, sino la propia compañía.
Ante esta situación, el director general de la compañía, Bill Weldon, ha asegurado que los consumidores tienen razón en sentirse ‘decepcionados’, y que están trabajando en un programa para volver a generar confianza entre los consumidores. En España, la parte que nos toca, este plan será un auténtico reto, ya que la multinacional no posee un equipo de comunicación que se encargue de gestionar la información de la compañía. Por el momento, son los departamentos de márketing de las diferentes marcas las que se encargan de gestionarla.
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