Nadie discute que los ciudadanos se merecen en los medios de comunicación la mejor información en salud, esto es, una información veraz, rigurosa y al tiempo accesible y comprensible para todos. Éste es el mensaje que postula la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), defendido una vez más en su congreso celebrado recientemente en Oviedo, con la asistencia de más de 200 periodistas de toda España plicados en este sector de la información y en todos los sotes de difusión actualmente existentes.
En el acto de inauguración estuvieron presentes, entre otras personalidades, el subsecretario del Ministerio de Sanidad y Política Social, José Martínez Olmos, el presidente del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces, y el presidente de ANIS, Francisco Cañizares.
Entre los diferentes temas que se suscitaron, se abogó elaborar un código ético o un protocolo de buenas prácticas, en los que se plasmasen explícitamente los principios elementales que deben respetarse al redactar este tipo de información que aborda aspectos íntos, personalísos, dolorosos y humanos de la persona.
En uno de los talleres de trabajo se discutieron casos prácticos como el abordaje de la información con motivo de la operación de S.M. el Rey y el desgraciado falleciento del pequeño Ryan. En el segundo de los casos se abrió un encendido debate en que el hubo disparidad de opiniones. Esto significa que la prensa y todo su ejercicio profesional no son una ciencia exacta, sino más bien todo lo contrario, muy justas e parciales que pretendan ser. Dentro del hermoso principio de la libertad de la información puede haber escollos que lo trastoquen. En cualquier caso, la información nunca debe ser justiciera en estos casos en que es fácil caer ello. Y, siempre y enca de todo, tiene que estar al lado de la VERDAD Y DEL BIEN COMÚN.