- El Gobierno español reclamó a Rabat la apertura total a los medios para la cobertura de la crisis del Sáhara. Ante la negativa se ha conformado finalmente con recibir el mismo trato que Francia, que ha introducido dos diarios en la zona. La prensa critica esta solución.
El Gobierno español, prero a través del vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y después de la ministra de Exteriores, Trinidad Jénez, negoció con Marruecos la apertura a los medios españoles para la cobertura del conflicto del Sáhara en las afueras de El Aauín. Rabat no ha cedido ante estas peticiones y finalmente España ha negociado recibir el mismo trato que Francia, que ha introducido en la zona a periodistas de Le Monde y Le Figaro.
Los medios escogidos España para esta ‘misión’ son también dos diarios, los de mayor difusión según la OJD: El País y El Mundo. Esta decisión ha sentado como un jarro de agua fría a la prensa en general. La FAPE califica de ‘censura dirigida’ la selección de un ‘mal denominado pool de medios de comunicación’.
La Federación exige al Gobierno español que ‘no participe en decisiones de veto que atentan contra el derecho de la ciudadanía a recibir información libre e independiente’ y describe como ‘turismo de conflicto el modelo elegido Marruecos. Por otra parte, aunque respeta la decisión de los medios escogidos, advierte de que ‘el principio de discrinación que quiere poner Rabat atenta contra la libertad de información’.
Por últo reclama al Ejecutivo que sea mucho más contundente en los mensajes que dirige a su homólogo marroquí para abrir sus fronteras a los medios de comunicación españoles y refleja el malestar de los medios no escogidos que exigen un trato equitativo en esta cobertura.
Lo que sí ha conseguido el Gobierno es que Marruecos retire su decisión de revocar la acreditación del corresponsal de ABC en Rabat, Luis de Vega, un trámite que tardará unos días en hacerse efectivo.
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