La menopausia nunca ha estado bien vista socialmente. En ningún momento histórico se ha contemplado como un periodo completamente normal en la vida de toda mujer. Además casi siempre se ha percibido como una etapa patológica, en la que aparecen sofocos, fatiga, sudor nocturno o cambios en el estado de áno, cuando hay mujeres que no tienen ninguno de ellos y viven el periodo clatérico “sin apenas enterarse”.
La mujer empieza a preocuparse de múltiples aspectos (control del peso, arrugas) y tal vez se olvida de algo tan tante como la salud bucodental, que puede verse amenazada con la pérdida de estrógenos y la privación de la actividad ovárica que supone esta etapa.
Precisamente, uno de los problemas que más se agrava en la menopausia es la gingivitis, que se presenta en forma descamativa y genera la separación de las capas externas de las encías y deja al descubierto las terminaciones nerviosas. Además una gingivitis no tratada progresa a periodontitis , enfermedad que llega a producir la caída de las piezas dentales.
Por todo ello es tante recordar que las visitas al dentista son más que preceptivas, son obligadas. La atención de este especialista y el seguiento de sus consejos, así como una rigurosa higiene bucodental diaria, serán los mejores aliados. De este modo, se podrá seguir manteniendo una sonrisa como en la juventud.
No hay qué tener miedo a la menopausia.
Mayka Sánchez
