- Se venía venir, tanta contradicción entre los socios de una sociedad con la que se dio el pelotazo de Crucero Banús, ha provocado que el juez Godino, presidente del tribunal que juzga el “Caso Malaya”, haya ordenado que se los ex socios con problemas de memoria se sometan a un careo.
GORKA ZAMARREÑO (ENVIADO ESPECIAL A MÁLAGA) La sala se ha anado con las declaraciones de Juan Hoffman, testaferro de los negocios internacionales del ex gerente de urbanismo, Pedro Román y Juan Antonio Roca sobre el ingreso de cuatro talones que el cerebro de la Malaya ató a Román como participación en la sociedad con base en Suiza. El problema es que sólo aparecen los apuntes de tres de ellos. Preguntado el ex teniente de alcalde, este ha manifestado: “No me acuerdo muy bien , que además el señor Roca sólo tenía el 15%”. Evidentemente, Roca no estaba preocupado esas nias cantidades de dinero. Las dudas han quedado resueltas cuando el ex edil ha declarado que “pagó hasta la últa peseta”, versión corroborada Hoffman.
El presunto cerebro de la trama ha insistido en que no tuvo “ningún tipo” de participación en la concesión de la licencia, aunque sí tuvo conociento de su otorgamiento. Además, ha reiterado que a Román ” instrucción del alcalde se le exigió mucho más de lo previsto que quería que no se viera un trato de favor”. Aunque sólo se haría efectiva una cantidad ínfa de lo exigido.
Roca ha continuado inculpando de todo lo acontecido al difunto regidor, Jesús Gil, al que ha responsabilizado de ordenar la política urbanística. En esta línea ha exculpado al también ex regidor Julián Muñoz, entonces alcalde accidental “El tan sólo se litaba a ir a firmar” en referencia al convenio urbanístico de “Crucero Banús”. A preguntas del abogado de la Junta de Andalucía sobre la razón de que que Gil y Gil no rubricase los documentos, Roca ha sido explicito con la respuesta, “el señor alcalde nunca firmaba nada“. Del mismo modo, ha lanzado un dardo envenenado a la Junta de Andalucía a la que ha acusado de no pugnar ninguno de los 600 convenios urbanísticos que se suscribieron en la era Gil.
La nota divertida ha venido del ex tasador municipal, José Mora que ante las preguntas sobre las evidentes diferencias entre las tasaciones posteriores a los convenios ha declarado, “yo vivía en otro mundo”.
