Bajan revueltas las aguas en el PSOE. La ausencia de Zapatero en algunos de los debates más tantes de las últas semanas y el creciente protagonismo de Rubalca ejerciendo como prer ministro, ha puesto en alerta a los barones que tratan de salvar los muebles ante la previsible derrota que auguran las encuestas en las próxas municipales y autonómicas. Mientras el presidente del Gobierno sigue sin pronunciarse sobre su continuidad al frente del PSOE, los barones quieren evitar que la caída en picado del socialismo en la intención de voto les arrastre en sus respectivos territorios, y eso están aumentando los movientos de los que buscan tener un discurso propio. Es el caso de Tomás Gómez, líder del PSM, que desde que derrotó en las prarias a la preferida de Zapatero no consigue reavivar la estrella mediática que le acompañó durante el proceso de elección del candidato socialista a la presidencia de la Comunidad. El intento de Gómez de reivindicar su propio espacio le ha llevado a desmarcarse de Zapatero mostrando su desacuerdo con la política económica del Gobierno y asegurando que cualquier reforma del sistema de pensiones se debe realizar “desde el prisma de la izquierda” y que es el gobierno el que debe controlar a los mercados, y no al revés. Todo un torpedo en la línea de flotación del Gobierno, que se ha visto obligado a aprobar nuevas medidas, precisamente para calmar a los mercados. Por más que Tomás Gómez ha negado que “en absoluto” esté haciendo oposición a Zapatero, y que lo que defiende es un proyecto socialdemócrata como alternativa a Aguirre y el PP, lo cierto es que estas palabras no han sentado nada bien en el entorno del Presidente. Ramón Jáuregui ha criticado a los que se desmarcan táctica electoral y le ha recordado que todos forman parte del mismo equipo y navegan en el mismo barco. Tomás Gómez tuvo una brillante campaña electoral y gozó de una gran presencia mediática, más su plante al presidente del Gobierno que el entusiasmo que sus propuestas de cambio levantaron en los madrileños. Ahora tiene la ocasión de poner sus ideas al servicio del cambio. Pero eso es precisamente lo que estamos esperando, conocer cuáles son sus ideas y proyectos para Madrid. Se acercan las elecciones y queremos escuchar sus propuestas, con las que tiene que convencer a los ciudadanos para que vean una verdadera alternativa al gobierno de Esperanza Aguirre. Y puestos a atar ideas al debate de la reforma de las pensiones, me gustaría escucharle, a él o a cualquier político de la izquierda o de la derecha, un pronunciamiento sobre el cobro de pensiones máxas con sólo siete años de escaño, o acerca de los sueldos vitalicios después de abandonar ciertos cargos. Es curioso comprobar que hay consenso cuando se defienden los privilegios.
Alberto Castillo
Director de Gente en Madrid
