Marcar un número de teléfono en el móvil nos lleva nada menos que 13 segundos y para responder a una llamada dedicamos un total de 8 segundos, un tiempo en el que apartamos la vista de la carretera y en el que seguos circulando. A esto hay que añadir que tras un minuto y medio de conversación el móvil (incluso con manos libres), el conductor no percibe el 40% de las señales, su velocidad media baja un 12% y se tarda más en reaccionar. Frente a esto, muchas son las compañías que se han dedicado a investigar nuevas fórmulas que ayuden al conductor a estar bien comunicado, con las que se cumpla la ley y, además, no se arriesgue la vida de los ocupantes. Aún así, lo mejor es: apagar el teléfono si vamos a conducir.
El año pasado, se produjeron en España 88.352 accidentes de circulación con víctas en los que fallecieron 2.714 personas y 124.966 resultaron heridas. En el 38% de dichos siniestros, la distracción estuvo presente como factor concurrente; una distracción en la que hablar el teléfono móvil (1,5 minutos de duración), manipular el GPS, cambiar la emisora de radio (56 segundos) o un poner un CD puede derivar, en multitud de ocasiones, en un accidente de tráfico.
Un vehículo que circula a 120 Km/h, recorre en 3 segundos 100 metros, (lo equivalente a la longitud de un campo de fútbol). Si el conductor aparta la vista de la carretera en ese tiempo, el vehículo circulará sin control a lo largo de un tramo en el que pueden surgir diversas circunstancias que provoquen un accidente. El uso del teléfono con ‘manos libres’ (permitido), es menos peligroso que manualmente, aunque desde la Dirección General de Tráfico (DGT) insisten en que no disminuyen el resto de los efectos de riesgo, como son la distracción, señales que no se ven, mayor tiempo de reacción, maniobras sin señalizar.
En este sentido, el pasado mes de junio se aprobaba una proposición no de ley la que se pulsaban medidas que fomentasen una utilización responsable de la telefonía móvil en los vehículos. De esta forma, los políticos apostaban iniciativas como un contestador que informase de que la persona en cuestión estaba conduciendo. Desde entonces, algunas compañías especializadas en dispositivos manos libres han estado investigando este producto.
Una de las preras que lo llevarán a cabo es Parrot, que lanzará próxamente dos nuevos productos: Parrot Responsible System (PRS) y Text Friendly. El prero de ellos activa un mensaje de voz cuando una persona que está conduciendo recibe una llamada telefónica. Este mensaje informa al emisor de la llamada de que su interlocutor está al volante con lo que podrá decidir si quiere continuar con la llamada o bien cancelarla e intentarlo en otro momento. El PRS estará disponible en el mercado a lo largo de 2011. Por otro lado, Text Friendly permitirá a los conductores leer o escribir emails y mensajes de texto tan sólo con instrucciones vocales. El servicio estará en el prer trestre de 2011.
‘Una gran parte de los usuarios de telefonía móvil pasa varias horas al día en el coche y el teléfono sigue siendo un elemento muy tante’, asegura Jorge Ganzaraín, Director General de Parrot en España. Autónomos y comerciales figuran en esta larga lista. Apagar el teléfono móvil figura entre las principales recomendaciones. En caso de ser posible, el manos libres es la mejor solución.
Hay que destacar que la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil formuló el pasado año 138.107 denuncias utilización del teléfono móvil al volante, una cifra que supone un 11,5% más que el año anterior y el triple de las que se formularon en 2003 (45.407). Los conductores deben tener en cuenta que se tipifica como infracción grave ‘conducir utilizando manualmente dispositivos de telefonía móvil, navegadores o cualquier otro sistema de comunicación’ y ‘utilizando cascos, auriculares u otros dispositivos que disminuyan la obligatoria atención permanente en la conducción’. Así, la multa es de 200 euros y la detracción de tres puntos. Desde la puesta en marcha del Permiso Puntos, el 14% de las denuncias formuladas lo fueron utilización del móvil durante la conducción, convirtiéndose así en el tercer factor tipos de denuncias.
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