Año nuevo o nuevo año

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Un año más, un año menos. Un año más en nuestras vidas y un año menos vivir.Los años pasados han sido una gran experiencia, y aún quedan muchos para aprender. No es que pretenda convertirme en Matusalén, pero los más de sesenta que llevo a cuestas me han permitido convencerme hasta la saciedad de que los régenes dictatoriales y totalitarios de derechas o de izquierdas todos son fraudulentos y burlones. Ninguno escapa al análisis crítico del tiempo.

 

El gobierno cubano arriba al 2011 sumergido en la peor crisis económica, política y social de sus más de cincuenta años de revolución verde oliva, en los que ha destruido un país y convertido en emigrantes obligados a cerca de cinco millones de habitantes de la isla, todo en nombre del socialismo rapaz y perverso. Esa ideológia desfasada cuya prera ley es ‘satisfacer las necesidades siempre creciente de la población’ y que jamás gobierno de izquierda alguno ha podido cumplir en este planeta azul en que vivos.

 

Se inicia otro año más y son 52 en los que el pueblo cubano escucha las mismas consignas: ‘mañana tendremos más’, ‘otro esfuerzo para avanzar’, ‘siempre se puede más’, pero sin solución alguna a las difíciles y graves problemas de toda índole que afronta, bajo la bota del totalitarismo castrista, con la complicidad de muchos de los gobiernos llamados progresistas, entre ellos algunos que integran la Unión Europea.

 

Más de cincuenta años de frustraciones y sueños deshechos un mañana mejor que el propio régen, en su intransigencia, se ha encargado de destruir. Es la incapacidad y la inoperancia del sistema puesto la represión y el terror en la isla, solo con el fin de mantenerse en el poder, no ta quien sufra o quien caiga. Los seres humanos, sus derechos y deberes no cuentan para quienes se consideran amos y señores de un país que manejan a su antojo.

 

Al socialismo tropical cubano le ha sucedido lo que al alacrán: el mismo se ha clavado el aguijón. La crisis la que atraviesa el régen de La Habana  es su propio envejeciento y su inamovilidad institucional. Tiempo al tiempo. Es un proceso irreversible de la historia, pulsado  la opinión y la decisión de muchos cubanos ‘de a pie’ de que el 2011 sea un nuevo año, distinto y diferente. Tiempo al tiempo.

 

Una isla perdida en el mar

JULIO CÉSAR GÁLVEZ

Periodista

Exprisionero de conciencia cubano del Grupo de los 75

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