Los centros sanitarios no protegen bien nuestros datos

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Entre las principales conclusiones, este análisis destaca un mayor grado de cumpliento de la normativa parte de los centros sanitarios privados respecto a los centros públicos en la mayoría de conceptos clave analizados: inscripción de ficheros; inclusión de cláusulas informativas en los formularios de recogida de datos; disponibilidad de procedientos para atender el ejercicio de los derechos de los ciudadanos; y, en general, en la plantación de medidas de seguridad y su auditoría de seguridad periódica.

 

Todos hemos visto alguna vez a personal no sanitario, vestido con un flamante pijama verde empujando un carrito del súper lleno de papeles. Esos papeles son nuestras historias clínicas que van de mano,  normalmente, de personal no cualificado para tratar con material altamente sensible en cuanto a protección frente a terceros. También estamos acostumbrados a solicitar que cierta información médica no sea transferida al paciente ‘recomendación de sus familiares’ o que no nos informen de nuestros derechos de acceso cuando pisamos una clínica u hospital.

 

Para solventar todas estas dudas, Jesús Rubí, adjunto a la dirección de la Agencia Española de Protección de Datos, ha asegurado que la ley es muy clara: el centro es el que tiene que ejercer la custodia de los datos sanitarios de sus pacientes aunque esta labor la hayan externalizado.

 

Además, Daniel CravenBratle, director jurídico de Áliad, ha asegurado que los médicos autónomos que trabajan en varios centros de salud y que tienen acceso a los datos clínicos de un paciente ha de saber  que es responsable del tratamiento de ese fichero y que en caso de conflicto él también será sujeto de inspección. Del mismo modo, existe una disyuntiva entre las aseguradoras y los centros públicos, ya que en la mayoría de los casos hay que ceder a las aseguradoras datos pertenecientes a la historia clínica de una persona.

 

Las deficiencias detectadas tras la realización de este informe son especialmente preocupantes, ante los pactos que el incumpliento de las garantías de protección de datos los centros sanitarios puede tener en la esfera más ínta de los ciudadanos. ¿Seguirán nuestros datos en un entorno seguro o tendremos que empezar a exigir, denuncia en mano, que los protejan como es debido?

 

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