- Ángeles González Sinde es la columnista invitada en la edición de esta mañana de El País. En medio de las disputas la Disposición Final Prera de la ley de Economía Sostenible, la Ministra de Cultura defiende su Ley y hace un llamado para que el ciberespacio defienda la propiedad intelectual.
Ángeles González Sinde ha recurrido a la historia para proteger la propiedad intelectual en la Red. En un extenso artículo titulado ‘El enemigo es otro’, ha apelado a la defensa que iconos culturales como El Quijote y autores como Beaumarchais, Mèliés, Kant o Mark Twain han realizado de sus derechos de reproducción.
Lo que cuenta Sinde no es nada nuevo y se centra en defender la creación cultural, aunque esta vez ‘justifica’ el moviento en contra de su normativa en el vacío que han dejado las instituciones y en la desazón generalizada de los ciudadanos y los jóvenes que creen que sus referencias sociales se han perdido.
Sinde hace apologías sociológicas de la insatisfacción, al mismo tiempo que apela a la Ley de Propiedad Intelectual de 1604. Demasiada información para nuevamente criticar el antagonismo que se ha producido entre lo que ella considera ‘gente de la cultura’ y gente de la tecnología’.
No ha querido además dejar pasar la otunidad para recordar que ‘cada vez menos gente podrá dedicarse profesionalmente a ella y nos veremos abocados a un menú monofágico de apenas unos pocos platos que gusten a muchos y que decidan nosotros grandes intereses económicos (los verdaderos dueños de la Red)’.
Y termina reivindicando el carácter democrático de su disposición ‘Intet tiene que ver con democracia es algo que el Gobierno sabe bien. No en vano pulsa cada año desde los Presupuestos Generales del Estado, y a través de Ministerios como Industria, Ciencia e Innovación, Educación y, supuesto, Cultura, fuertes inversiones para que España no se quede atrás y esté entre los preros en el desarrollo de las TIC y en acceso a la Red’.
‘Por eso también ha sido la Ley de Economía Sostenible la que aborda en más de un artículo, además de la ya célebre Disposición Final, el pulso a esa transformación que favorecerá la recuperación económica y nuestra competitividad internacional. Para que nadie mande sobre las ideas de nadie. Para que nadie ponga modelos a nadie. Para garantizar la convivencia de todos los derechos, pero, sobre todo, para favorecer el avance de la sociedad hacia más democracia, más voces y más justicia’, concluye.
Como no podía ser de potra manera, los internautas, blogueros y tuiteros se han volcado contra las palabras de la Ministras publicando una serie de post calificando sus argumentos de falacia y de ocultar información. El debate sigue más acalorado que nunca.
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