Crónicas del Hi-Malaya: la Udyco señala a Roca y sus secuaces

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GORKA ZAMARREÑO (ENVIADO ESPECIAL A MÁLAGA) Los agentes de la Udyco no dejan lugar a dudas cuando afirman que Roca,era de facto el alcalde de Marbella” y que todas las decisiones capitales pasaban sus manos. De este modo, cualquier negocio que quisiera tener visos de éxito debía contar con su beneplácito o participación.Ç

 

Los inspectores puntualizaron que la operación Crucero Banús era “un negocio concertado en el que todos conocían que iba a salir adelante e iba a haber licencia de obra”. “No hay mejor manera de garantizar el buen fin del negocio que incorando como beneficiario directo a Juan Antonio Roca Nicolás que, a nuestro juicio, era la verdadera persona que tenía en su poder la decisión de determinar qué construcción se realizaba en Marbella y qué construcción no se realizaba”. No quedaba a la zaga en influencias y poder el ex edil Pedro Román a los que los testigos otorgan un alto grado de poder dentro de los círculos municipales.

 

 

 

Las contundentes declaraciones de los inspectores de la Udyco se encontraron con un cerrado ataque de los abogados de los acusados que intentaron desvirtuar las pruebas al mostrar dudas sobre una posible manipulación del material informático hallado en los registros policiales y que sirvieron para poner en pie la acusación.
A este respecto, los policías detallaron su método de trabajo que incluye un sistema de cifrado mediante huella digital que recoge todos los accesos a los ficheros originales de la investigación.

 

Lejos de amilanarse los tres testigos recalcaron su línea de argumentación manifestando que “el señor Roca es una persona muy inteligente que sabe sacar provecho de todas sus situaciones y participa en todos los tramos del negocio. Es un gran vendedor, y los demás sabían de su influencia en el Ayuntamiento”.

 

Los agentes señalaron que es “significativo” que el interventor municipal emitiera un informe sobre posibles anomalías del convenio urbanístico de Crucero Banús la víspera de que fuera ratificado el pleno y aún así saliera adelante.

 

Para los investigadores es lógico pensar que si Roca y Román estaban ya inmersos en el caso Belmonsa, destapado en 1997, cualquier persona que viviera en Marbella sabía, sobre todo dedicada a la materia urbanística, tenía que tener conociento de la existencia de éste”.

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