27/01/2011 PRLATAM 115.942 SUSCRIPTORES Un nuevo cable de Wikileaks relacionado con Venezuela revela que la presión y las amenazas ejercidas Hugo Chávez obligan a los medios opositores a suavizar sus críticas contra el gobierno bolivariano.
El País publicaba esta semana nuevas filtraciones de Wikileaks, en esta ocasión referentes a la situación en Venezuela. Según los papeles del departamento de Estado de Estados Unidos, Caracas adoptó innumerables medidas para estrangular legal y económicamente a los medios opositores. Los más afectados han sido RCTV, El Nacional o Globovisión.
Los directivos de medios opositores reconocieron haber suavizado sus críticas para evitar ser estrangulados económicamente el gobierno. Según El País, ‘directivos del diario El Nacional confesaron el pasado año al embajador de Estados Unidos en Caracas que las pérdidas causadas la masiva retirada de la publicidad de públicas o nacionalizadas llevaron al medio al borde de la quiebra’. Mucho peor es la situación de Radio Caracas Televisión (RCTV) cuya licencia en abierto fue revocada en 2007 y el pasado año perdió el permiso para emitir cable.
Ejecutivos de Globovision también admitieron a diplomáticos estadounidenses que ‘las amenazas oficiales obligaron al despido del director de la cadena, Alberto Ravell, que públicamente se presentó como renuncia del afectado, y a bajar el tono de los espacios antigubernamentales’. Además, Nelson Mezerhane, uno de los propietarios del canal, fue advertido un ministro de que o aceptaba las condiciones del gobierno o se procedería a una masiva retirada de fondos públicos de su banco, el Banco Federal. Mezerhane prácticamente se vio forzado a vender el banco, y el Gobierno intervino la entidad en junio del pasado año, tras acusar al empresario de llevarse al extranjero los activos. La presión sobre Guillermo Zuloaga, accionista mayoritario de Globovision se tradujo en el allanamiento judicial de su residencia el 21 de mayo de 2009, y la confiscación de 24 vehículos y trofeos de caza, acusado de ‘usura genérica’. Una fuente citada la embajada señaló que el objetivo últo de las presiones era el hijo del empresario, también putado.
Por otra parte, tavoces del diario El Nacional, que pidieron la ayuda de la embajada para encontrar inversores privados, comunicaron la ruinosa situación del diario debido a la caída de la publicidad. Los cables aseguran, además, que después de la nacionalización de la cadena de supermercados Éxito, el otro diario de oposición, El Universal, había perdido el 14% de sus anuncios. ‘Chávez está cerca de conseguir su objetivo: domesticar o elinar los restos de la prensa independiente en Venezuela’, dicen.
Venevisión, perteneciente al Grupo Cisneros, con el 60% de la audiencia, también optó moderar su orientación antigubernamental. ‘Supuestamente, se llegó a la cohabitación tras una reunión entre el Gobierno y la cadena de televisión en 2004, con la mediación del ex presidente norteamericano James Carter, amigo del magnate. Chávez había acusado a Cisneros de haber estado detrás del golpe para derrocarle en 2002. En 2007, el gobierno renovó la licencia de Venevisión cinco años’, publica El País. Ejecutivos de Venevisión opinaron ante los diplomáticos norteamericanos, según los cables, que la campaña de RCTV contra Chávez había sido ‘irresponsable’ y que habían ‘sacrificado su frecuencia nada’.
Pese a denunciar los reiterados atentados contra la libertad de expresión en Venezuela, la embajada también critica algunas de las actuaciones de Globovision, como el programa ‘Buenas noches’ de septiembre de 2009, instando a manifestarse ‘para derrocar al tirano’ y ante la ‘inminencia’ de un golpe ‘que tendrá lugar mañana la mañana’. La legación comunicó al Departamento de Estado que ‘Globovision está jugando con fuego con este tipo de mensajes, que socavan su credibilidad y le dan a Chávez una excusa para cerrarla’.
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