- Álex Grijelmo sigue con su huída hacia adelante. En sesión de controla parlamentaria, ha defendido su gestión de la agencia EFE, pero sin contestar ninguna de las preguntas planteadas los diputados.
Las informaciones remitidas la sección sindical de Comisiones Obreras en EFE indican que la comparecencia parlamentaria de Álex Grijelmo fue cuanto menos áspera. Esta sesión de control se produjo el 23 de febrero pasando requeriento del grupo parlamentario de Esquerra Republicana per Catalunya, Izquierda Unida, Iniciativa per CatalunyaEls Verds (ERCIUICV) el modelo de servicio público que presta la Agencia EFE.
No obstante, y siempre según el resumen elaborado CCOO, en su intervención Grijelmo eludió pronunciarse sobre ciertos planteamientos del PSOE y del accionista único de EFE, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que últamente han defendido una nueva concepción de la agencia en diversos foros al sostener que no es una empresa de comunicación social y que no le es de estricta aplicación el artículo 20.3 de la Constitución (establece el mandato de dotar a EFE de un Estatuto como el que rige para la Coración RTVE), a partir de un alegato hecho el diputado socialista Jesús Quijano el 30 de septiembre de 2009 también en la Comisión Constitucional.
Grijelmo acusó además al diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares de mentir sobre EFE durante un debate mantenido en el Congreso el 20 de marzo de 2010 con la ex vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y solicitó ello una rectificación del diario de sesiones. Ausente el aludido, el diputado Jordi Xuclá, de Convergencia i Unió, recordó a Grijelmo que es un cargo público, que está sometido al control parlamentario y a sus críticas, además de precisarle que los diputados gozan de inviolabilidad, regla básica del debate político, aunque digan cosas más o menos acertadas’, y que el diario de sesiones no se rectifica.
Ramón Moreno, diputado del Partido Popular, grupo que también había solicitado su comparecencia el despido de 22 compañeros el pasado mes de junio, criticó con dureza la ‘discreta’ gestión de Grijelmo que se encuentra ‘en la recta final’ después de siete años en los que ha convertido a EFE en una empresa que no es ‘prescindible ni necesaria’ que ha perdido calidad informativa y presencia en el mundo.
Respecto a su visión sobre el servicio público que debe prestar esta agencia estatal, Grijelmo soltó algunas ‘píldoras’ curiosas al ceñirlo al sple ejercicio del periodismo y a que pueden acceder a ella las fuerzas políticas y sociales. Además, defendió su creencia en una EFE ‘sin subvenciones y burocracias paralizantes ( eso infla la nómina de jefes) y dispuesta a tomar decisiones difíciles para mantener su viabilidad’, e insistió en su obligación de ‘generar productos de calidad, marcada los clientes que dictarán sus decisiones de compra si son aptos o no’, sin explicar a qué coste.
VÍA: COMISIONES OBRERAS
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