Adiós con el corazón, que con el alma no puedo. Se va Derbi a Italia siguiendo la estela de Yamaha a Francia. Y en Catalunya nos hemos quedado sin fabricantes de motos. Colorin, colorado Los trabajadores a la calle y los políticos que ahora nos gobiernan en la Generalitat en Babia, de la que no parecen querer salir que tienen la cabeza en otra parte llamada Tripartito. Los catalanes les hemos elegido para gobernar y ellos, que se pasaron veintitrés años de su vida partidaria en el poder, ininterrumpidamente, ahora que han vuelto y la mamancia la han hecho suya, se pasan todo el tiempo, diciéndole a sus predecesores lo mal que lo han hecho y a los ciudadanos, que les van a meter unos recortes que se van acordar de los años del “pa negre”. Y mientras pierden el tiempo en esas cosas, marcas de toda la vida emigran, no a países emergentes de salarios de miseria, sino a otros cuyos sueldos son superiores a los nuestros, lo cual quiere decir, que la deslocalización tiene mucho que ver con la desidia o la falta de mano izquierda de unos dirigentes que andan perdidos en su mundo de independentistas de toda la vida. Nunca se había hablado tanto de España como en los últos meses, en los que, todo lo que pasa, es culpa del pérfido Estado que acecha a la indefensa Catalunya para robarla, haciéndola sufrir además la crisis como ninguna otra autonomía o nación. Y mientras crujen los dientes la rabia o los lamentos la afrenta recibida, Derbi y Yamaha cierran la fabrica y se van. Menos mal, que mi paisano Amancio Ortega ha traído sus dineros para hacer que Inditex monte aqui el mayor de sus centros logísticos en Europa. Para que luego digan que los gallegos somos los contribuyentes mas torpes y menos integrados de esta milenaria tierra, antes fenicia.
Manuel Fernando González
Editor y Director