Periodistas y agencias: condenados a entenderse y dispuestos a hacerlo

carlos_molina
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Las cosas se ven de una forma muy diferente según el bando en el que le toca batallar a uno. Puedes pasar de atacante a defensor; de acorralado a liberado; de perdedor a ganador. En el caso de periodistas y consultores de comunicación, la sensación suele ser la misma. Muchos de los que empezamos en el campo de los medios y nos formamos una determinada agen de las relaciones públicas, nos llevamos una considerable sorpresa al cruzar al otro lado del muro y comprobar lo difícil que es realizar esta labor. Nunca fue fácil ser el mensajero.

 

En los últos años hemos experentado tantes cambios que están transformando la manera en que las empresas comunican de forma proactiva y el modo en que los medios generan sus contenidos. Las relaciones públicas han pasado a ser una parte consustancial de la estrategia de cualquier organización, que cada vez son más conscientes de la tancia de emitir sus propios mensajes, pero también de vigilar la repercusión que estos pueden tener en su agen. Los medios, su parte, atraviesan la enésa crisis de su modelo de negocio, con redacciones cada vez más reducidas, mayor necesidad de adaptación a las nuevas herramientas sociales, menos tiempo para atender el torrente de propuestas comunicativas de las empresas y más dificultad para generar ingresos.

 

De nuevo, en medio de ese escenario, encontramos a las agencias y a los gabinetes de prensa, que tienen la obligación de moverse en un permanente cambio de paradigma. Por un lado, tienen que adaptarse a las nuevas necesidades de sus clientes, pero también a la manera en que la información toma forma, tanto en los medios tradicionales como en los medios digitales. Hay que comprender el funcionamiento de las nuevas herramientas de comunicación, educar y asesorar de forma continua a los clientes, responder a necesidades que, hace cinco años, no tenían, así como incorar a la agenda a los nuevos cronistas de la actualidad: aquellas personas que, sin ser periodistas, son influyentes con sus comentarios y recomendaciones. No es fácil estar al día, ni tampoco terminar de desterrar malas prácticas profesionales que siguen afectando al trabajo de los consultores de comunicación.

 

Hace algo más de un año y medio, un pequeño grupo de profesionales del sector apasionados las nuevas formas de comunicación y los medios sociales, nos dos cita en un encuentro, RRPP&Tweets, que si bien tuvo un carácter muy relajado no todo va a ser trabajo duro, nos permitió comprobar que algo ya había cambiado en nuestro sector y que había una voluntad y un interés sinceros hacer cada vez mejor las cosas.

 

En noviembre de 2010, repetos la cita, pero buscando en esta ocasión reflexionar y debatir en torno a la forma en que intet y los medios sociales han cambiado nuestro trabajo, buscando sobre todo despejar dudas y facilitar buenas ideas a compañeros que aún se están planteando cómo incorar a su tarea cotidiana este nuevo contexto 2.0 de comunicación y relaciones. El pasado 8 de marzo, celebramos el III RRPP&Tweets, y fuos un paso más allá: debatir con un grupo de periodistas sobre la forma en que agencias, gabinetes de prensa y medios podemos colaborar y trabajar juntos para ser realmente complementarios y útiles.

 

En el últo RRPP&Tweets hablamos de la tancia de respetar los tiempos de los periodistas según el tipo de medio; del abuso que hacemos a veces de la nota de prensa y de su caducidad (o no); del problema del “churnalism”, o “cortapega” de comunicados; de la dificultad para proponer buenos temas y la posibilidad para hacerlo teléfono; de los contenidos de prensa en las webs corativas y la utilidad de las “social media newsroom”; del papel básico que van a jugar los freelances en el panorama mediático…

 

De todo lo anterior, me quedo no con los problemas, sino con el hecho de que hay una generación de periodistas y de consultores de comunicación dispuestos a hacer una transición hacia un entorno profesional donde, además de la capacidad de integración con el ámbito digital, lo tante sea establecer relaciones basadas en el respeto, el conociento profesional mutuo y la confianza. Si somos capaces de partir de aquí, ¿cómo no vamos a ser capaces de entendernos?


Carlos Molina

Consultor de comunicación

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