Las curvas que la televisión no deja ver… las disfrutan los internautas en la red

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Dicen que dar que hablar aunque no sea en positivo es otra arma de comunicación, ni que decir tiene si ese ‘algo’ se convierte en ‘censurado’, la acción muchas veces logra el efecto contrario. El últo de los spots que la televisión americana se ha negado a emitir nos muestra a una Serena Williams y Rileah Vanderbilt jugando una sensual partida de tenis para promocionar el vídeo juego ‘Top Spin 4’. YouTube ha conseguido que las curvas que la televisión no deja ver las disfruten los internautas en la red. Los casos se multiplican, ¿no llega la censura a esta plataforma de vídeo online? Hablamos con sus responsables.

 

 

‘En YouTube no hablamos de censura pero sí de respeto a los términos y condiciones de uso, es nuestro sistema de autorregulación en el que se considera que el usuario acepta explícitamente estar de acuerdo con esos términos cuando va a subir un vídeo. Si no se cumplen, el vídeo se elinaría después de que haya sido identificado la comunidad’, destaca María Ferreras, Directora de Alianzas Estratégicas de YouTube.

 

Y da igual que los americanos sean más conservadores en esto, y se empeñen alejar al público de ágenes que puedan herir su sensibilidad, la política de autorregulación de YouTube es mundial, salvando una excepción: Alemania, país en el que YouTube prohíbe cualquier referencia nazi.

 

En cuanto a los spots con carga sensual, Ferreras se explica. ‘Si el vídeo incumple los términos y condiciones de YouTube se elina completamente, lo que puede ocurrir es que no incumpla los términos pero esté en la categoría de mayores de 18 años que no es un vídeo de sexo pero puede incluir connotaciones sensuales. Si sólo hay insinuaciones los vídeos están permitidos pero bajo la identificación previa de la mayoría de edad’.

 

Pero, ¿se puede hacer algo más controlar esta publicidad? En 2010 Intet ha sido el segundo medio, detrás de la televisión,  que más ha pasado el filtro de la autorregulación, pero cuando hablamos de YouTube, Autocontrol (Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial) no tiene nada que hacer, aquí la plataforma de vídeos es ‘un tercero’ nos dicen y funciona con su propio sistema de autorregulación.

 

Mientras el contenido no pase de lo sensual a lo sexual, y de la insinuación a la realidad, YouTube seguirá albergando este tipo de contenidos y todos aquellos que mucho menos ‘picantes’ sean rechazados en las parrillas televisivas.

 

Seguiremos informando…

 


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