BRASIL TIENE FIEBRE DE INTERNET

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Así como el derecho a una vivienda o trabajo digno, la presidenta de Brasil Dilma Rousseff considera el acceso a Intet un derecho fundamental, extensión del derecho a la educación. “Intet para todos” se llama el proyecto pulsado la presidenta que plica acercar la Banda Ancha a la clase media y extenderlo al territorio completo del país sudamericano. Un símil del plan “Luz para todos” desarrollado su predecesor Lula Da Silva.

 

El objetivo de la presidenta es que el 80% de los brasileños tengan acceso a Intet hacia 2014, cuando termine su mandato, un desafío tante si se tiene en cuenta que en 2010 solo el 34% de los hogares tenía acceso a Intet con velocidades de 256 Mbps pagando unos 50 dólares mensuales. En la actualidad hay 13 millones de domicilios con Intet y la meta es llegar a 39 millones, lo que posibilitaría conectarse a la red a 135 millones de personas.

 

El Plan Nacional de Banda Ancha es coordinado el ministro de comunicaciones, Paulo Bernardo, encargado de fomentar la inclusión digital y convencer a las empresas proveedoras del servicio para que amplíen sus infraestructuras de conexión, aumenten la velocidad y bajen los precios a unos 18 dólares para fomentar la integración de los hogares de clase media y baja.

 

Las desigualdades registradas en otros ámbitos también se expresan en el acceso a la tecnología: entre el 10% más pobre de ciudadanos, solo el 0,6 posee una computadora con acceso a Intet, mientras la cifra asciende a 56,3 en el 10% más rico, según el estudio “Lápiz, Goma y Teclado”, llevado a cabo el investigador Julio Jacobo Waiselfisz.

 

La clase política ha querido cambiar esta realidad y un grupo de senadores propuso una enmienda constitucional para incluir el acceso a Intet en la lista de derechos sociales establecidos. Según el senador Rodrigo Rollemberg, la situación de los ciudadanos vícta de la desigualdad digital podría poner en riesgo el futuro del país al reducir las otunidades educativas y formativas de un amplio número de ciudadanos.

 

Brasil es la fresa de la enorme torta de clientes potenciales de banda ancha que representa América Latina. El presidente de la española Telefónica, César Alierta,  visitó a la presidenta del gobierno y le anunció que la operadora va a invertir 10.382 millones de Euros en ese país entre 2011 y 2014, un 52% más que en los últos cuatro años. Una decisión esperada, dado que América Latina supuso el 43% de los ingresos de la compañía en 2008 y  Brasil generó el 42% de la facturación de la región. Las inversiones se van a hacer en infraestructuras para crecer en el negocio de banda ancha fija y móvil.

 

Google también se frota las manos y prioriza el mercado brasileño. El vicepresidente de la compañía para Latinoamérica, Dennis Woodside, ha anunciado una estrategia agresiva en la región y aprovechar que “Brasil tiene fiebre de Intet”. Actualmente Google cuenta con 250 trabajadores en ese país y pretende duplicar la plantilla en 2011 entre ingenieros, ejecutivos de negocios, cuentas y especialistas en tecnología.

 

Carlos González Palacios

Periodista

 

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