Ante la citada polémica entre oficialismo y oposición la aparición de las marcas en los libros de texto, el ministro de Educación, Joaquín Lavín, prohibió en la tarde de ayer, el uso de publicidad en los textos escolares. Lavín dijo a los periodistas que envío un oficio a la jefa de la Unidad de Curriculum y Evaluación del Ministerio de Educación, Loreto Fontaine, en el que restringe el empleo de la publicidad en los libros que se distribuyen en colegios privados.
La oposición calificó de ‘inaceptable’ dicha publicidad al tiempo que denunciaron que los libros traen canciones publicitarias, afiches y páginas web, que incluso se usan como elementos de comprensión lectora, lo que a juicio de algunos legisladores supone ‘una manipulación de los niños y su familia que debe ser sancionada’.
El senador Jae Quintana (PPD) opinó que ‘un texto de comprensión lectora puede ser un poema, un fragmento de un cuento, una canción infantil, no tiene qué ser un jingle publicitario, que claramente induce a ese niño a querer tener un producto de una determinada marca’.
La alerta saltó con una denuncia presentada padres de colegios privados que encontraron anuncios de marcas de telecomunicaciones, alentos y bebidas en libros de la editorial Santillana. El escándalo coincide con la discusión en Chile para la regulación de la publicidad de comida chatarra.