Cinco mil hijos de la Gran Bretaña han invadido estos dias la tranquila ciudad de Salou , para celebrar la mal llamada Saloufest, una especie de aquelarre etílico – detivo, en el que se mezclan la jarana mas desenfrenada con determinadas actividades detivas, que, las mañanas, tratan de matar a golpe de ejercicio la resaca de la noche recién terminada. Es tal el escándalo que se forma, que solo los organizadores y el Ayuntamiento, los que defienden este macrobotellón mediterráneo. Hoy, los diarios catalanes, se hacen eco del asunto, mostrando en sus páginas digitales los videos que dejan en evidencia a estos bárbaros de las islas. quienes borrachos, medio desnudos y meando las equinas, dan una agen de su país solo comparable a los temidos hoolingans que acompañan a algunos equipos ingleses y que son el terror de los campos de futbol europeos. Ni que decir tiene, que a los vecinos , les ta un piento, las ganancias que puedan dejar estos gilipollas en las cajas registradoras de los bares que acaban destrozando, ni tampoco la universidades en las que ¿están estudiando?. Lo que la gente de Salou quiere es poder dormir las noches y sobre todo, que al que ha tenido la peregrina idea de organizar este tiberio le declaren “persona non grata” y lo destierren a perpetuidad de su pueblo, que gracias a su iniciativa, ha perdido la paz y el sosiego que le habían hecho famoso en medio mundo.
Manuel Fernando González
Editor y director