Las marcas de alentos se esfuerzan transformar a los niños en consumidores que saben que ponen sus preferencias. Más de la mitad de los padres ceden. De este modo se ha incrementado el consumo de alentos altos en calorías y enfermedades asociadas como la obesidad.
La publicidad influye en las decisiones de las personas, pues llega a nuestro cerebro a través de diversos tipos de recursos: ágenes sugerentes, música, frases pegadizas, el deseo de ser como esas personas que triunfan… Todo está cuidadosamente diseñado para influir en cada tipo de consumidor. Las marcas se esfuerzan transformar a los niños en consumidores que saben que ponen sus preferencias e influyen en las decisiones familiares. Sin embargo, las decisiones que adoptan los más pequeños a la hora de elegir determinados alentos motivados los mensajes publicitarios no es siempre la opción más saludable.
El resultado de que los niños sean cada vez más autónomos a la hora de elegir los alentos que consumen ha tenido como consecuencia el aumento de la obesidad. Al consumo de alentos altos en calorías hay que sumar las altas tasas de sedentarismo que se registran entre nuestros más pequeños. La obesidad afecta, según la Encuesta Nacional de Salud (2006), al 9 ciento de la población de entre 2 y 17 años y el sobrepeso al 18 ciento.
Según el estudio HBSC 2002 (Estudio de Conductas de los Escolares Relacionadas con la Salud, ECERS), en el que participaron más de 160.000 escolares de 32 países, el hábito detivo entre los adolescentes españoles es bajo, siendo los jóvenes entre los 13 y 18 años en los que se registra un mayor nivel de sedentarismo. Entre los 11 y los 18 años se produce el mayor centaje de conductas sedentarias, siendo España quien registra la tasa más baja entre los principales países europeos.
Los pediatras no dudan en afirmar que la publicidad de alentos dirigidos a niños, precisamente los que mayor componente calórico atan, es gran responsable de la epidemia de obesidad y sobrepeso entre la población infantil. En un artículo escrito las pediatras sevillanas Ana Martínez Rubio, Soledad Jurado Mateos y Elena Castro Sánchez del año 2010 se afirmaba que esta relación entre publicidad de alentos para niños y obesidad estaba provocando que ‘cada vez es más frecuente ver en la consulta niños con diabetes tipo dos, la no insulinodependiente, hasta hace unos años típica de las personas adultas‘.
Desde antes de saber leer, los niños ya reconocen los productos anunciados en televisión. Hasta los ocho años no distinguen la publicidad de la emisión televisiva y sólo a partir de los doce son capaces de entender los objetivos de la publicidad, asegura este grupo de pediatras sevillanas. Ante la incapacidad de los más pequeños para discernir el tipo de mensajes publicitarios a los que son expuestos, la Agencia de Seguridad Alentaria puso en marcha del código PAOS (Código de Autorregulación de la Publicidad dirigida a menores)
El principal motivo de reclamación desde la entrada en vigor del código PAOS ha sido la utilización de manera indebida de personajes famosos, con la presentación de situaciones de consumo inmoderado o hábitos sedentarios, el apremio a la obtención del producto, la presentación de productos como sustitutivos de comidas principales o la infravaloración de hábitos de vida saludables, informan desde la Agencia de Seguridad Alentaria AESAN. El Código PAOS, cuenta actualmente con 36 empresas adheridas que suponen el 94,29 ciento de la inversión publicitaria de alentos y bebidas en franjas para niños.
Ante las numerosas quejas y las restricciones a las que se enfrentan muchas empresas dedicadas a la comercialización de alentos dirigidos al público infantil, algunas ya han comenzado a poner en marcha campañas publicitarias para acabar con la mala agen de algunos de sus productos. Es el caso de McDonalds, ejemplo. La cadena de restaurantes de comida rápida está desarrollando diferentes campañas de comunicación comercial y acciones de g para promover la tancia de que los niños consuman frutas y verduras de manera divertida. Para todo ello, McDonald’s invertirá 1,9 millones de euros en diferentes acciones a lo largo de este 2011.
Para José Manuel Ávila, director general de la Fundación Española de la Nutrición (FEN), ‘iniciativas como la de McDonald’s de hacer más divertido el consumo de frutas y verduras para los niños a través de productos con formatos atractivos y pensados para ellos son muy positivas para habituar a los más pequeños a consumir estos productos’.
Pero no son sólo los niños los engañados, denuncian las pediatras sevillanas autoras del artículo ‘Los niños y la publicidad de alentos’. ‘También a los padres logran engatusarnos, haciéndonos creer que nuestros hijos estarán mejor alentados con los productos que se anuncian, cuando los alentos realmente necesarios son los que no se publicitan (frutas, legumbres, verduras, pescado…), y no vienen en paquetes’. Los productos más anunciados en España son los lácteos, seguidos de cereales, bollería y cacao soluble.
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