Aún tiene alguna dificultad a la hora de hablar, pero eso no le pide colaborar y desarrollar su labor con normalidad dentro del Departamento de Comunicación del Hospital que le ha ayudado a superar este trance de su vida.
Alberto Fanego. Tras un año de recuperación y tratamiento, Llorenç Martínez ha vuelto a escribir, haciéndolo de manera profesional. ‘Sufrí daños en las extremidades, en el habla, en el moviento. Cuando llegué al hospital no podía andar y me costaba mucho comunicarme. Ahora ha llegado el momento de sentirme independiente: es una otunidad para volver a mi vida anterior. La forma y el estilo con el que trabajaba no son lo mismo, pero con mucha paciencia es posible. Poco a poco…’, comenta entusiasmado Martínez.
El periodista confiesa durante la entrevista que el proceso de recuperación es costoso, pesado y difícil. Pero sabe que al final hay una recompensa. Siente que puede volver a ser el de antes, que se levantará las mañanas y que cogerá solo el autobús y podrá dirigirse a trabajar en su oficina del Departamento de Comunicación del Hospital Nisa 9 de octubre.
‘Parece posible pero no lo es. Estaba sentado en casa viendo la televisión y sentía la necesidad de hacer algo. Esa no era mi vida. Quería seguir siendo periodista y no podía quedarme sentado en el sofá dependiendo de mis padres. Es costoso, sí, pero no posible’, afirma rotundo.
Llorenç nunca pensó que se dedicaría a temas relacionados con la salud. Antes escribía sobre política y noticias del ámbito nacional, así que escribir sobre sanidad es un nuevo reto para él. Con esfuerzo, todo es posible.
Se siente muy agradecido con el Servicio de Daño Cerebral del Hospital que, además de haber conseguido que superara el ictus, le ha dado la posibilidad de volver a su vida de periodista. ‘No hay nada posible. Si yo lo he conseguido, estoy seguro de que otros podrán también hacerlo. Sólo hay que tener calma. Y luchar. Luchar y ya está’. No hay mejor consejo como conclusión.
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