3 / FIDEL CASTRO

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PERSONAJES DE AYER Y DE HOY / POR JULIO MERINO De él se ha dicho que es un Dictador y hasta un Tirano. De él se ha dicho que llevó  Cuba al hambre y a la miseria. De él se ha dicho que acabó con cualquier tipo de Oposición. De él se ha dicho que ha sido el rey de los torturadores… y mil cosas más. Pero, lo que nadie le podrá negar es que ha sido uno de los personajes más famosos del siglo XX ( y hasta lo que va del XXI). Lleva en el Poder 52 años y sólo le supera en el mundo la Reina de Inglaterra, con 59 años como Jefe del Estado. Ha sobrevivido a once presidentes de Estados Unidos (Eisenhower, Kennedy, Jhonson, Nixon, Ford, Carter, Reagan, Bush, Clinton, Bush (hijo) y Obama).

 

Por eso entrar en su biografía es como abrir las páginas de la historia del mundo contemáneo. Nació en 1926 y en la actualidad acaba de cumplir 85 años. De niño fue un estudiante destacado. En la Universidad llamó la atención en cuanto se matriculó para hacer a un mismo tiempo las carreras de Derecho, Derecho Diplomático y Ciencias Sociales, y su ya brillante oratoria fue elegido delegado de curso. En 1947, con tan sólo 21 años ya era presidente del Comité Pro Democracia de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU). En 1950 ya era abogado y quiso entrar en política como independiente El Partido Ortodoxo a las elecciones, cosa que no pudo conseguir el golpe de Estado del corrupto Batista. Y ahí comenzó su lucha contra la dictadura.

 

Poco después, ya en 1953, salta prera vez a las páginas de los periódicos su participación como líder destacado del asalto a mano armada de los cuarteles “Moncada” y “ Céspedes”, ambos en la provincia de Oriente, pues ya estaba convencido de que la única salida era la lucha revolucionaria, influido las ideas de Marx, Lenin y Martí. Era el 26 de Julio y antes de salir el joven Castro les largó a los compañeros en la aventura las siguientes palabras:

 

Compañero: podrán vencer dentro de unas horas o ser vencidos; pero de todas maneras, ¡óiganlo bien, compañeros!, de todas maneras el moviento triunfará. Si vencemos mañana, se hará más pronto lo que aspiró Martí. Si ocurriera lo contrario, el gesto servirá de  ejemplo al pueblo de Cuba, a tomar la bandera y seguir adelante. El pueblo nos respaldará en Oriente y en toda la isla. `¡Jóvenes del Centenario del Apóstol! Como en el 68 y en el 95, aquí en Oriente damos el prer grito de ¡libertad o muerte! Ya conocen ustedes los objetivos del plan. Sin duda alguna es peligroso y todo el que salga conmigo de aquí esta noche debe hacerlo su absoluta voluntad. Aún están a tiempo para decidirse. De todos modos, algunos tendrán que quedarse falta de armas. Los que estén determinados a ir, den un paso al frente. La consigna es no matar sino últa necesidad.

 

Pero aquello fue un fracaso y Fidel y los suyos fueron hechos prisioneros y encarcelados. El joven abogado, todavía sin barbas, fue juzgado y sentenciado a 15 años de prisión, aunque sólo estuvo entre barrotes 22 meses, ya que fue liberado durante una amnistía general del dictador Batista. Entonces se exilió prero a Estados Unidos y luego a México. Y fue allí donde conoció al Che Guevara y fue formando el grupo que en 1956 se trasladaría a bordo del yate “Granma” y con el que trató de invadir la isla. La acción de aquellos 82 miembros que le acompañaban en un principio fracasó, dado que el ejército le estaba esperando entorno a las playas del desembarco. Fidel y muy pocos más ( entre ellos su hermano Raúl, el “Ché”, Juan Almeida y Camilo Cienfuegos) sobrevivieron y se retiraron a la Sierra Maestra, la gran cadena montañosa de la región suroriental de Cuba y esqueleto de la isla, con sus 250 km de largo, 60 de ancho y una altitud media de 1500 metros. Ahí comenzaron la guerra de guerrillas que les llevaría a la victoria en 1959, o sea tres años después de la invasión. Fue un tiempo de grandes sacrificios, ya que no tenían ni siquiera armas suficientes para enfrentarse a los 70000 soldados de Batista. Pero poco a poco aquel pequeño grupo se fue incrementando con la incoración de los campesinos de la zona hasta formar casi una división de aguerridos combatientes. En 1957, todavía en la sierra, Fidel firmó un Manifiesto en el que se comprometía a “celebrar elecciones generales para todos los cargos del Estado, las provincias y los municipios en el término de un año bajo las normas de la Constitución del 40 y el Código Electoral del 43 y entregarle el poder inmediatamente al candidato que resulte electo.”. Quizás fue este manifiesto y las declaraciones que le hizo al periodista estadounidense Herbert Matthews y que se publicaron en el “New York Tes” el que consiguió la ayuda de los Estados Unidos. Porque a partir de ese momento Castro fue tomando fuerza y ganándole las batallas al ejército del Gobierno Dictatorial. El 28 de Diciembre se produce la batalla de Santa Clara, donde el “Ché”, con tan sólo 300 hombres, vence a una división gubernamental. (Aquella batalla daría lugar a una canción que casi llegó a ser hno nacional: “Hasta siempre Comandante”. Aquella cuyo estribillo repetitivo decía: “ Aquí se queda la clara,/la entrañable transparencia,/ de tu querida presencia/ Comandante Ché Guevara.

 

Por fin el 1 de Enero de 1959 triunfa la Revolución y el corrupto General Batista y su corrompida clase política huyen como ratas del país. Fidel entra triunfalmente en La Habana y en su prer discurso dice unas palabras proféticas: “La tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Y sin embargo, queda mucho hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil. Decir la verdad es el prer deber de todo revolucionario. Engañar al pueblo, despertarle engañosas ilusiones, siempre traería las peores consecuencias, y esto que el pueblo hay que alertarlo contra el exceso de optismo.”.

 

Entre el 15 y el 27 de Abril Fidel realiza un viaje de buena voluntad a los Estados Unidos a invitación de la Asociación de Editores de Periódicos y con su gracejo hispanogallego y sus barbas se conquista la clase dirigente e intelectual americana. Es recibido con grandes spatías el Vicepresidente Richard Nixon y el Secretario General de Naciones Unidas, Dag Hammarskjold. Y visita entre aplausos las Universidades de Havard y Princeton.

 

Sin embargo, aquel idilio iba a durar bien poco, pues en cuanto aprobó la Ley de Reforma Agraria,que afectaba seriamente los intereses de los propietarios, casi todos estadounidenses,  el propio Presidente Einserhower comienza a pensar que se han equivocado con el “cubanito” e inicia ya los movientos secretos para deshacerse de Castro. De ahí a la invasión de la “Bahía de Cochinos” sólo pasaron unos meses. Porque cuando en marzo de 1960 explota en el puerto de La Habana el va francés “La Coube”, que transtaba armas hacia la isla, Fidel piensa  y acusa de los hechos a Estados Unidos (recordando la explosión del “Maine” con el que iniciaron la Guerra contra España en 1898).Y comienzan las confiscaciones de todos los sectores productivos, incluyendo la refinerías de petróleo de las Texas Oil Company, Shell y Esso. En enero de 1961 comienza el mandato de Jhon F. Kennedy, quien se encuentra con los planes de invasión de la isla que había preparado el Departamento de Estado y la CIA. Y la invasión se produce el 17 de Abril , cuando la “Brigada 2506”(unos 1500 hombres) desembarcan en Playa Girón y Playa Larga(en la Bahía de Cochinos). La invasión fracasó 72 horas después y 1197 de los participantes fueron hechos prisioneros, juzgados y devueltos a Estados Unidos, a cambio de una gran indemnización en medicinas y alentos. Pero, a Kennedy no le gustó aquel fracaso y desde ese momento puso en marcha un programa de guerra subversiva, que comprendía acciones de guerra económica , de inteligencia, de guerra psicológica, de apoyo a grupos armados y a organizaciones políticas contrarrevolucionarias. Todo ello hace que Fidel diga televisión: “Confieso con entera satisfacción y con entera confianza que soy marxista leninista y seré marxistaleninista hasta el últo día de mi vida.”. (Por cierto, que esta declaración motivó que le excomulgara el Papa Juan XXIII). Meses después Estados Unidos se quita la careta e pone oficialmente sobre Cuba un embargo comercial, económico y financiero, lo que motivó que Castro se echara en manos de la Unión Soviética y del líder Nikita Jrushchov. Cosa que los soviéticos aprovecharon para instalar en la isla bases de misiles con capacidad para alcanzar a los Estados Unidos y dispuestos para llevar cabezas nucleares. Aquellos misiles fueron descubiertos los americanos y Kennedy ordenó rapidamente establecer una cuarentena y un cerco total alrededor de la isla , con un  gran despliegue de barcos y aviones de guerra estadounidenses.

 

Fue “la crisis de los misiles”, la que estuvo a punto de provocar la III Guerra Mundial, pues ni los soviéticos ni los americanos cedían en sus pretensiones: unos, mantener los misiles y otros, elinarlos. A esas alturas el mundo ya se preparaba para lo inevitable, una guerra entre los dos colosos militares y nucleares. Afortunadamente el soviético dio un paso atrás, ante la decisión firme de Kennedy de llegar hasta el final, y ambas naciones buscaron una salida airosa.

 

A raíz de aquello Fidel y su Cuba quedaron casi aislados del mundo y todavía siguen enfrentados con los Estados Unidos. Pero ello obligó a Castro a plantar una dictadura férrea y a exterminar cualquier tipo de oposición a su Gobierno. El spático líder de Sierra Maestra se fue convirtiendo en un verdadero Tirano y Cuba en un país de pobres  y económicamente subdesarrollados, con ciento de miles de cubanos en el exilio y las cárceles abarrotadas de disidentes.

 

Fue entonces, tras la crisis de los misiles, cuando Fidel pronunció prera vez la consigna con la que suele  finalizar todos sus discursos:

 

“Y sin inmutarnos las amenazas, sin inmutarnos las maniobras, recordando que un día nosotros fuos 12 hombres solamente y que, comparada aquella fuerza nuestra con la fuerza de la tiranía , nuestra fuerza era tan pequeña y tan insignificante, que nadie habría creído posible resistir; sin embargo, nosotros creíamos que resistíamos entonces, como creemos hoy que resistos a cualquier agresión. Y no sólo que sabremos resistir cualquier agresión, sino que sabremos vencer cualquier agresión, y que nuevamente no tendríamos otra disyuntiva que aquella con que iniciamos la lucha revolucionaria: la de la libertad o la muerte. Sólo que ahora libertad quiere decir algo más todavía: libertad quiere decir patria. Y la disyuntiva nuestra sería <patria o muerte>.”

 

Pero, ¡ay!, los hombres no son eternos y menos los dictadores. Fidel entró en el siglo XXI con un desmayo que puso de manifiesto que su salud ya no era buena. De esto hace ya 10 años y en ese tiempo el líder cubano fue perdiendo facultades y dejando el poder cada vez más en manos de su hermano Raúl, el que siempre sintió gran admiración. “Yo lo conozco bien ha dicho recientemente y no sólo razones familiares, sino los tiempos de Sierra Maestra, su diario, sus detalles , su meticulosidad y su honradez. Es el que tiene más experiencia y más conocientos de la política en Cuba” .

 

Poco antes, en 2003, Castro dirigió al entonces Presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, una carta en la que entre otras cosas le decía : “Puesto que usted ha decidido que nuestra suerte está echada, tengo el placer de despedirme como los gladiadores romanos que iban a combatir en el circo: <Salve, César, los que van a morir te saludan>. Sólo lamento que no podría siquiera verle la cara, que en ese caso usted estaría a miles de Kilómetros de distancia, y yo estaré en la prera línea para morir combatiendo en defensa de mi patria.”.

 

A Fidel Castro, a sus 85 años, y con un pie puesto ya en el estribo, sólo le espera la muerte. Una muerte que si no sucede un milagro democrático le cogerá en la cama y su entierro será con honores de Jefe de Estado.

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