- World Press Photo es un pedazo de historia, o mejor dicho, de muchas historias, de las que vemos cada día en los medios y de aquellas que han pasado de largo. Detrás de estas ágenes están los profesionales, en su mayoría freelance, que trabajan captar un instante a través de sus objetivos.
‘Es una exposición para recordar y para descubrir’ dice Elena Vergara, la organizadora de la edición de World Press Photo Madrid. Vergara incide en que esta exposición no es solo la recopilación de las noticias del año anterior, sino que también recoge historias que no han llegado a los medios. Walter Astrada, ganador de tres premios World Press Photo, recalca esta idea. ‘Esta es la otunidad de ver cosas que los medios no quieren que veamos’ afirmaba.
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La mayoría de las piezas expuestas en World Press Photo son hechas fotógrafos freelance, eso muchas de las ágenes que se pueden ver desde hoy en el Centro Cultural Moncloa nunca han sido publicadas en ningún medio, tal y como ha recalcado Jurre Jassen, representante de la organización.
Y es que gran parte de los fotoperiodistas son freelance que tienen que financiarse sus trabajos. Gustavo Cuevas, ganador del segundo premio en la categoría de detes, reconoce que hoy en día hay menos otunidades para los fotógrafos que antes. ‘Antes los corresponsales de guerra estaban muy bien pagados. Ahora prero van y luego a lo mejor consiguen colocar alguna pieza’ comenta a prnoticias.
Walter Astrada lamenta que los medios de comunicación opten cada vez más los freelance en vez de contratar a fotógrafos en plantilla. ‘Los medios no se hacen responsables si pasa algo, son los Gobiernos los que se responsabilizan’ ha dicho. ‘Deberíamos tener seguros si pasa algo, si tienes un accidente y no puedes trabajar un tiempo, pero no es así’ ha explicado.
Pese a las dificultades del trabajo, sigue habiendo grandes fotoperiodistas dispuestos a hacer todo conseguir ese instante mágico que dé lugar a una gran fotografía. Ese ‘todo la foto’ da una agen bastante fría de estos profesionales, que Gustavo Cuevas ha querido desmitificar. ‘Nosotros empatizamos con los sujetos de las fotografías’ decía. Dando una vuelta la exposición, es posible pensar lo contrario.
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