CPJ: crecen las agresiones sexuales contra periodistas

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Las agresiones sexuales contra periodistas se pueden clasificar en tres tipos generales: violación contra periodistas específicos como blanco, violencia sexual contra reteros relacionada con turbas callejeras y abuso sexual de periodistas detenidos o en cautiverio.

 

 

La mayoría de los casos se producen contra mujeres, aunque también hay registrados algunos casos de hombres que han sufrido este tipo de violencia. Los periodistas no suelen denunciar estos casos, ni siquiera ante sus editores, miedo a que consideren que necesitan una protección especial y no les envíen a lugares peligrosos.

 

‘Si queremos garantizar la seguridad y efectividad de de los periodistas, hacer lo posible para que puedan cumplir con su labor de forma segura y efectiva, solo podemos hacerlo confrontando con honestidad los riesgos presentes’ asegura Bruce Shapiro, director ejecutivo del Centro Dart sobre Periodismo y Trauma. ‘Esto requiere una evaluación honesta de los medios y los profesionales. Estamos hablando de fortalecer la profesión’ añade.

 

En los últos años se han podido documentar más de cuatro decenas de casos de violencia sexual contra periodistas. Entre ellos se encuentran 27 periodistas locales, que van desde los editores del más alto rango hasta los reteros que trabajan en regiones como Oriente Medio, el sur de Asia, África o Sudamérica; y 25 corresponsales internacionales. Las agresiones van desde las violaciones hasta los tocamientos.

 

El últo ataque registrado, el sufrido la periodista estadounidense Lara Logan, de CBS, ocurrido en El Cairo en el mes de febrero, ha puesto la alarma sobre esta situación. Jineth Bedoya (en la foto), periodista del diario El Espectador de Bogotá, ha sido una de las profesionales que ha querido alzar su voz contra esta situación. Bedoya fue violada grupos paramilitares de extrema derecha en la ciudad de Villavicencio, en el centro del país. Ella cree firmemente en que estas situaciones ‘deben ser denunciadas para reclamar justicia’.

 

A raíz del ataque de Logan algunos medios se han planteado crear mecanismos de seguridad para proteger a sus periodistas. El vicepresidente de Noticias de NBC, David Verdi, ha comentado que la cadena ha plementado un curso de entrenamiento para periodistas en ambientes hostiles. Además, asegura que siempre se deja en la decisión final del periodista si quiere o no asumir los riesgos de ir a este tipo de conflictos.

 

Las mujeres a veces toman la decisión de no denunciar miedo a perder prestigio profesional, o a perder su trabajo en territorios hostiles como medida de protección. Pero en otros casos se debe a la indiferencia de las autoridades hacia este tipo de ataques. Así lo describe Deborah NyanguloChipofya, secretaria general del Instituto de Medios África del Sur en Malawi. ‘La percepción de indiferencia oficial hacia los ataques generaliza la autocensura entre periodistas’ explica.

 

Es eso que hay pocos casos documentados de este tipo de violencia contra los periodistas, sin embargo casos como los de Lara Logan y Jineth Bedoya anan a otros colegas a denunciar estos abusos. En el CPJ han registrado casos que van desde las violaciones, hasta los tocamientos, aunque muchos de ellos prefieren seguir en el anonato.

 

Seguiremos informando…

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