Un forma de que el cliente duerma más tranquilo. Una solución sanitaria y tecnológica que puede evitar fallecientos mediante un servicio integral, que incluye: la formación integral a personal no sanitario del uso de desfibriladores semiautomáticos; la instalación de este equipamiento en lugares estratégicos del entorno; el manteniento de los equipos así como cobertura de aviso al hospital más cercano y un potente seguro de responsabilidad civil.
Los asociados de la Unión Hotelera del Principado de Asturias, anados la propia institución, que se ha sumado enteramente a este proyecto con el objetivo de cardioproteger todos los hoteles de Asturias, se han convencido de un sistema que aumenta, de un 3% a un 75% el índice de supervivencia en una afección, la muerte súbita cardíaca, que al año afecta a 25.000 personas en España, cinco veces más que las muertes accidente de tráfico en nuestro país.
En la presentación, realizada en la sede de la FADE (Federación Asturiana de Empresarios), los directivos hoteleros de los asociados a la Unión Hotelera han quedado convencidos de la tancia que tienen, para la seguridad de sus clientes, estos equipamientos sanitarios que, llegado el caso de que una persona sufra un episodio de parada cardíaca en sus establecientos, estos tendrán una nueva posibilidad de vida. Y esta persona puede ser cualquiera, da igual edad o condición. De hecho, desde que se instalaron desfibriladores en todos los estadios de fútbol profesionales, se han salvado vidas como la de Miguel García, jugador del Salamanca que sufrió un episodio de parada cardíaca jugando al fútbol en 2010.
Estar cardioprotegido con la tecnología más avanzada significa la diferencia entre la vida y la muerte llegado el caso. En España, la cardioprotección de espacios públicos comienza a ser una realidad. Aeropuertos, polidetivos, restaurantes, Microsoft, Ericsson, Oracle, el Consejo General del Poder Judicial, Ausonia…ya poseen estos sistemas, y la Unión Hotelera no quiere que sus asociados se queden atrás.