HM Hospitales interviene a un paciente con cáncer de próstata utilizando HIFU

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Esta técnica no invasiva, que se ha utilizado recientemente prera vez en el grupo, tiene una eficacia confirmada y numerosas ventajas para el paciente.


 

 

 

Madrid, 13 de septiembre de 2011. HM Hospitales ha dado un nuevo paso en la vanguardia tecnológica al servicio del paciente al realizar en un centro del grupo la prera intervención de cáncer de próstata en el grupo mediante la utilización de ultrasonidos de alta intensidad focalizados (HIFU), un tratamiento no invasivo de eficacia confirmada y numerosas ventajas para el paciente.

 

La tecnología HIFU trata el cáncer de próstata concentrando ultrasonidos de alta intensidad que destruyen las células de la glándula prostática mediante la aplicación de calor, sin afectar a los tejidos circundantes, explican los doctores Ramón Diz y Francisco Begara, urólogos del Hospital Universitario Madrid (HM).

 

“El mecanismo de acción de los ultrasonidos de alta intensidad es silar al de los rayos del sol cuando pasan a través de una lupa: todos los rayos luminosos se concentran en un punto y provocan un tante incremento de la temperatura alrededor del punto focal”, señalan, indicando que el HIFU permite la destrucción coagulativa del tejido prostático sin necesidad de una intervención quirúrgica abierta.

 

Ventajas y eficacia de la técnica

Las ventajas del HIFU para el paciente, en opinión de estos expertos que han intervenido al prer paciente de HM Hospitales tratado con esta técnica, son claras: “Se trata de un tratamiento no invasivo que posibilita la rápida reincoración del paciente a su vida cotidiana, permite la repetición del mismo y es personalizado”. Éste puede ser radical o focal, continúan: “Es posible decidir realizar una tratamiento radical de toda la glándula o emplearlo sólo en la zona afecta de ésta, con la intención de preservar la máxo la calidad de vida del paciente y litando el pacto de la energía aplicada sobre los tejidos circundantes”. El hecho de ser un tratamiento robotizado, lo que plica precisión y seguridad, completa el listado de beneficios de esta técnica.

 

En cuanto a su eficacia, se mide en términos del nadir del PSA valor más bajo del antígeno prostático específico (PSA) alcanzado tras cualquier tratamiento para el cáncer de próstata, que se ha comprobado que después de la aplicación de la tecnología HIFU se correlaciona de forma altamente significativa con la supervivencia libre de enfermedad, aseguran ambos especialistas, que añaden que los resultados de la técnica mejoran si se alcanza un nadir menor o igual a 0,2 ng/ml siendo la supervivencia teórica a los cinco años del 86 ciento en pacientes con un nadir de PSA menor de 0,5 ng/ml.

 

Por su parte, según los datos atados los doctores Diz y Begara, con la aplicación de HIFU se alcanza un índice de biopsias negativas del 92 ciento en pacientes con gleason indicador que valora el grado de actividad (agresividad y creciento) del cáncer de próstata menor de 7, del 86 ciento cuando el valor es de 7 y del 82 ciento si el gleason es superior a ese nivel.

Adicionalmente, el tratamiento con esta técnica elina problemas de incontinencia en el 98 ciento de los pacientes, mientras que el 87 ciento conservó su función sexual cuando se empleo el HIFU con una estrategia de preservación de los nervios erectores. “En los pacientes tratados tras radioterapia se obtiene un índice de biopsias negativas del 73 ciento”, apostillan los urólogos.

 

Indicaciones de HIFU

Esta técnica, cuya utilización se indicó inicialmente en pacientes con cáncer de próstata no candidatos a cirugía comorbilidad  asociada o negativa del paciente a someterse a cirugía radical prostática, ha ampliado su uso en la actualidad, estando indicada en pacientes que todavía no han sido tratados y bien tengan tumor localizado y en estadio T1 o T2, tengan un  índice gleason inferior o igual a 7, o deseen conservar una calidad de vida opta tras el tratamiento.

 

Asismo, los pacientes que busquen un enfoque terapéutico innovador con un tratamiento focal de la enfermedad que persiga un control de la misma a través de un estricto seguiento, y con la posibilidad de repetir el procediento; aquellos que hayan experentado recidiva local del cáncer tras su tratamiento con radioterapia externa, braquiterapia o bloqueo hormonal; los casos de tumores localmente avanzados en estos cuadros la técnica HIFU se aplica como terapia adyuvante de reducción de masa tumoral local; y los pacientes con recidiva local tras la prostatectomía radical son otros perfiles indicados para el uso de ultrasonidos de alta intensidad focalizados.

 

Por el contrario, los expertos señalan también situaciones en las que el empleo de esta técnica está contraindicado, tales como en las cirugías del recto o del ano que pidan la introducción de la sonda rectal, cuando el paciente tiene un esfínter artificial o una próstesis de pene, o ante la presencia de daño en la pared rectal tratamientos previos rectales o de la próstata.

 

Resultados y evolución muy positivos

El paciente intervenido el pasado mes de julio es un varón de 61 años diagnosticado en 2004 de cáncer de próstata gleason 3+3, que fue tratado inicialmente con braquiterapia y posteriormente, en 2011, causó recidiva bioquímica confirmada con una biopsia. “Al paciente se le ofrecieron todas las opciones terapéuticas viables para su situación y disponibles en HM Hospitales: cirugía radical abierta, laparoscópica y robótica, crioterapia e HIFU” eligiéndose finalmente esta últa”, detallan los urólogos.

 

“El resultado de la intervención y la evolución del paciente han sido muy positivos continúan: se le dio de alta al día siguiente de la operación, sus niveles de PSA han vuelto a la normalidad y en la actualidad únicamente sigue revisiones con controles periódicos”.

 

Con la aplicación de ultrasonidos de alta intensidad focalizados la destrucción del tejido prostático se produce a través de tres mecanismos físicos diferentes: un efecto mecánico, un efecto térmico y la cavitación. Así, para los doctores Diz y Begara, los parámetros más tantes en la aplicación del HIFU son “la frecuencia de los ultrasonidos, la intensidad acústica, la duración de la aplicación, los intervalos de los pulsos, la distancia lateral entre las lesiones elementales, el desplazamiento longitudinal de la fuente de energía cuando se aplican múltiples lesiones y la profundidad de penetración, que dependerá del diseño del aplicador”.

 

Precisión milétrica

La técnica, en la que puede emplearse anestesia raquídea o general y requiere del paciente en posición decúbito lateral, utiliza una sonda que permite al especialista visualizar la glándula prostática, al tiempo que se emiten los ultrasonidos que destruirán el tejido prostático. “Gracias al programa informático que se usa el urólogo es capaz de visualizar los límites de la próstata, definir los márgenes de seguridad y planificar cada etapa del tratamiento con una precisión milétrica”, explican los expertos.

 

Al término de la intervención, que puede durar entre una hora y media y dos horas y media, y en la que se realizan entre 400 y 800 pequeñas lesiones contiguas para tratar toda la próstata, se emplaza una sonda vesical que el paciente debe tar durante dos semanas.

 

Según indican los urólogos, las lesiones inducidas el HIFU se identifican temalmente como áreas hiperdensas en la ecografía transrectal de la glándula prostática. “La extensión del daño tisular provocado el HIFU puede también determinarse con resonancia magnética con gadolinio: el área tratada aparece como una zona hipodensa  rodeada un borde periférico fuerte de 38 mm”, añaden, señalando, no obstante, que “los daños de RNM inducidos el tratamiento desaparecen normalmente en 35 meses y la contracción del tejido inducido el HIFU es el resultado obtenido al cabo aproxadamente de medio año”.

 

HM Hospitales

HM Hospitales está formado diversas empresas que gestionan diferentes hospitales médicoquirúrgicos privados, entre los que se incluyen el Hospital Universitario Madrid, el Hospital Universitario Montepríncipe, el Hospital Universitario Torrelodones, el Hospital Universitario Sanchinarro, el Hospital Nuevo Belén y el Centro Integral Oncológico Clara Campal (CIOCC); todos ellos de gran cualificación técnica y humana.

 

Basado en un Decálogo y en el juramento Hipocrático dirigido médicos y con el objetivo de ofrecer una medicina de calidad, los diferentes centros de HM Hospitales se han dotado con una tecnología de vanguardia y con el personal mejor cualificado y más humano.

 

Todos los centros de HM Hospitales funcionan de forma integrada. Para ello, existe una estructura corativa con servicios centralizados, así como diferentes herramientas informáticas de gestión integral. Esto permite una actuación complementaria y sinérgica de estructuras, servicios y equipamientos, con el máxo aprovechamiento de los recursos tecnológicos y humanos.

 

 

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