ESTO ES MÁS QUE UN CACHONDEO

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Decíamos el otro día que la democracia española era un cachondeo, pero creo que nos quedamos cortos, esto es más que un cachondeo. ¡Esto es una tragedia cómica, esto es el desbarajuste más grande que vieron los siglos, esto es el final de la España que hemos conocido!.

 

Dicen algunos que aquí nunca pasa nada y, sin embargo, aquí está pasando de todo. Lo de Rubalcaba y el juez Bermúdez en “el caso Faisán” es algo increíble. Pedro J. Ramírez le recordaba a ambos el domingo día 18 de septiembre las “fechorías que cometieron el “11M. El director de “el Mundo” le recordaba al Juez lo que escribió en junio del 2009: “Yo acuso al juez Javier Gómez Bermúdez de negligencia profesional, al incluir en la sentencia graves errores materiales de carácter fáctico en relación al resultado de la pericia de explosivos; de inconsistencia intelectual, al no reflejar en la sentencia las consecuencias lógicas de la prueba pericial él mismo encargada; de incoherencia personal, al defraudar las expectativas él mismo alentadas cuando comunicó a las víctas que algunos políticos irían “caminito a Jerez”; de frivolidad, prudencia y posible revelación de secretos al colaborar con el libro de su esposa sobre el juicio; y de manipulación política al hacer una representación sesgada, tendenciosa y distorsionada de la sentencia. Vergüenza sobre vergüenza”.

 

Pero, Pedro J. Ramírez actualiza aquella sentencia del juez Bermúdez y la condena de Jamal Zougam y dice: “ese hombre que ha sido condenado a tropecientos mil años de cárcel sobre la base de dos testonios oculares tan interesados como dudosos, ese hombre lleva ya siete años y medio en prisión sometido a un placable régen de 22 horas de confinamiento solitario al día (quizás para que se suicide o se vuelva loco) es totalmente inocente y fue elegido como vícta propiciatoria la trama policial que manipuló la investigación.

 

Admito que es tremendo lo que acabo de escribir. Pero más tremendo es que un montaje policial basado en falsedades relativamente fáciles de desmontar pasara prero el filtro de la instrucción judicial y luego el de la vista oral. Si la patente incompetencia de Juan del Olmo explica lo prero, la conducta del inteligente Javier Gómez Bermúdez requería de otra explicación y no basta barruntarla”.

 

Sí, esto es algo más que un cachondeo. Por menos los franceses casi se fueron a la guerra cuando “el caso Dreyfus” (aquel militar que se pasó en la cárcel más de diez años una sentencia manipulada y unos jueces corruptos). ¿Cómo es posible que en un Estado de Derecho un hombre pueda llevar ya más de siete años en la cárcel siendo inocente?. Esta claro, que esto ya no es un Estado de Derecho. Todos los españoles saben (y también el juez Bermúdez) que los cerebros del atentado de Atocha no fueron los que se sentaron en el banquillo o están en la cárcel. Todos saben sus nombres y apellidos y, sin embargo, ni siquiera el poderoso director de “El Mundo” se atreve a publicarlos. ¡Porque no hay pruebas, se dice!. ¿Y como va a haber pruebas si los auténticos cerebros han ido haciéndolas desaparecer o manipulando las pruebas?. Pero, como diría Agatha Christie sí se sabe a quién benefició lo de Atocha (la autora inglesa esa era la prera pregunta que se hacía en cada caso crinal de sus novelas: ¿a quien beneficia la muerte del asesinado?. Por ahíescribía hay que empezar la investigación.).

 

Sí, es algo más que un cachondeo saber que los responsables de aquella matanza aún siguen libres y en la política. Y seguirán, que aquí ciertamente nunca pasa nada. Y pasarán los años y nunca se sabrá la verdad.

 

Como sucedió con los cerebros que programaron la muerte del general Pr o con los cerebros que idearon la muerte del Almirante Carrero Blanco (cuando toda España sabe que ETA solo fue el brazo ejecutor y además encargo pagado).

 

Pues, en eso va a quedar el “caso Faisán”. Y otra vez los protagonistas son los mismos el señor Rubalcaba y el juez Bermúdez. Uno borrando pruebas y arrojando sobre el caso toda la tinta de todos los calamares y el otro manipulando la Justicia. Prero se le encarga a un juez el caso y cuando ese juez ve un claro delito el juez Bermúdez convoca al pleno de la Audiencia Nacional para revocar el procesamiento de los altos cargos policiales del Ministerio del Interior, que ocupaba precisamente Don Alfredo Pérez Rubalcaba. ¡Y aquí no pasa nada!, y si pasa se le saluda, que decía aquel cachondo.

 

Señores, ya no hay dudas: el Poder está en el arroyo…y ya se sabe lo que sucede cuando el Poder está en el arroyo. En esas circunstancias llegó Napoleón al Poder, en esas circunstancias llegó el General Pavía y en esas circunstancias llegó el General Franco.

 

Aquí, lo que parece, alguien está deseando un 18 brumario.

 

AVERROES

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