¿Reciben presiones parte de los Gobiernos los periodistas que trabajan en el terreno del terrorismo? ¿Es la seguridad excusa para ocultar información de este tipo al ciudadano? ¿Siguen siendo los comunicadores un objetivo para los terroristas? Fernando Lázaro, Gorka Landaburu y Miguel M. Ariztegi analizan estas cuestiones en prnoticias.
La información sobre terrorismo es especialmente sensible, eso la Federación Internacional de Periodistas (FIP) ha decidido divulgar una serie de recomendaciones, elaboradas la FAPE, destinadas a los profesionales que cada día se enfrentan a este tipo de noticias. España tiene una amplia experiencia en este terreno fruto de haber sotado la violencia terrorista durante ya más de 40 años.
El ex presidente del Gobierno, Adolfo Suarez, ya destacó la tancia de la prensa en la lucha antiterrorista. ‘Los medios de comunicación desempeñan un papel fundamental a la hora de dar a conocer los matices que abarca el fenómeno antiterrorista’ decía. Entonces el ex presidente se planteaba otras cuestiones: ‘¿Debe informarse sobre las acciones terroristas o ello supone dar publicidad gratuita a quienes la cometen? ¿Se cumple una mejor función social con una amplia cobertura del terrorismo o ignorándolo? ¿Es útil mostrar el dolor de las víctas o es solo un macabro espectáculo? ¿Cuál es el límite entre la denuncia y el morbo, entre la información y la propaganda, entre la condena y el panfleto?’. Hoy en día, y pese a la deshonrosa tradición terrorista que tiene España, este sigue siendo un debate abierto.
Pero más allá de estas cuestiones ¿Sigue habiendo trabas a la hora de informar sobre terrorismo en España? prnoticias ha hablado con Fernando Lázaro, periodista de El Mundo cuya labor fue reconocida con el premio que concede la asociación Voces contra el terrorismo, con Gorka Landaburu, director de Cambio 16, y con Miguel M. Ariztegi, periodista de El Mundo en el País Vasco.
Una de las máxas que deben seguir los periodistas a la hora de elaborar sus informaciones es la de la seguridad, aunque debe cuidarse que no sirva de pretexto para litar el flujo de información parte de las autoridades. ‘Los que trabajamos con este tipo de información tenemos fuentes directas con los agentes de la lucha antiterrorista, a veces nos enteramos de inminentes operaciones policiales y no hace falta ni que te digan que este tipo de información no puede salir hasta que se realice la operación’ explica Fernando Lázaro. ‘Los poderes públicos siempre litan la información y en el caso de la información antiterrorista el argumento habitual es la seguridad, aunque a veces parece razonable no anunciar a la opinión pública informaciones que puedan perjudicar a la lucha antiterrorista o a sus protagonistas’ argumenta Miguel M. Ariztegi.
El respeto a las víctas es otra de las tareas más tantes para los profesionales. En ocasiones se utilizan ágenes que dañan moralmente a los familiares, aunque poco a poco también se está avanzando en esta materia. Pero lo más tante es el reconociento a esas víctas. ‘A raíz del atentado de Miguel Ángel Blanco empezó una conciencia nacional, se empezó a perder el miedo a ETA y sus secuaces y las víctas empezaron a ser reconocidas. Ahora hay que escribir la historia para que no se olvide y no se repita’ cuenta Gorka Landaburu. ‘Se ha avanzado mucho en el reconociento social de las víctas del terrorismo. Los medios las colocamos ahora en un lugar preponderante’ reconoce Ariztegi.
Afortunadamente la sociedad ha avanzado y ahora es capaz de levantar su voz contra el terrorismo, pero no siempre fue así. Gorka Landaburu ha vivido el terror de ETA desde sus inicios, cuando solo unos cuantos valientes se atrevían a condenar sus atentados. ‘Éramos muy pocos los que criticábamos abiertamente que ETA era un grupo terrorista y que los asesinatos poco tenían que ver con la causa vasca mucho que ellos lo intentaran justificar’ relata. Gorka ha sufrido en cas propias la brutalidad de la banda. Tras años de amenazas, pintadas y cócteles molotov contra su casa llegó el fatídico día en que abrió un paquete con 150 gramos de dinamita que le amputó parte de las dos manos y le dejó ciego del ojo izquierdo, ocurrió en el año 2001. ‘Esto no pide que yo siempre haya llamado a las cosas su nombre, al terrorirmo, terrorismo, y al cren, asesinato. Nada de liberación nacional ni de causa ni conflictos vascos’ grita el periodista, quien aprovecha para observar que estamos ante el final de ETA.
La presión que sufren los periodistas que manejan este tipo de informaciones va mucho más allá de las amenazas. Las autoridades también tratan de controlar cualquier míno detalle que pudiera perjudicar la lucha antiterrorista o dejarles en mal lugar. ‘En 40 años de lucha contra el terrorismo ha habido operaciones policiales que han sido erróneas, seguientos a comandos que fallan y permiten que ese comando actúe. Algunos medios prefieren obviar estos casos, lo mismo ocurre con el chivatazo a ETA o con el terrorismo de Estado ¿Cuántos medios hemos informado del chivatazo? ¿Cuántos medios se han callado el terrorismo de Estado actuando como cómplices?’ sentencia Fernando Lázaro.
Los distintos Gobiernos han tratado de utilizar a los medios para quedar en una buena posición en lo que se refiere a la lucha contra el terrorismo, puesto que en determinados momentos puede ser una pieza clave. El máxo exponente en España ha sido el caso del 11M, capaz de dar un vuelco a las elecciones. ‘Los Gobiernos han utilizado formas de intoxicación con informaciones que no han sido verificadas para luchar contra el terrorismo’ critica el director de Cambio 16.
En cualquier caso, la principal premisa que debe seguir un profesional a la hora de tratar estas informaciones es la repudia y la condena de los atentados. ‘La crítica a los métodos violentos y a la coacción que pretenden poner los terroristas sobre la sociedad es una de las preras obligaciones de un periodista’ sentencia Ariztegi. ‘Hay que ser beligerante contra los que utilizan las pistolas y las bombas. Los medios tienen una función tante a la hora de juzgar y criticar eso’ dice Gorka. ‘Toca decir que hay unos que matan y otros que mueren’ comenta Fernando. En el tema del terrorismo, no toca ser neutral.
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