PROHIBIDO PROHIBIR

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Solo al ser humano, ó sea, al hombre, se le ocurre, vestido de forma extravagante,  ponerse delante de un bicho que pesa en torno a los quinientos kilos de media, tiene unos cuernos de medio metro de largo y enca está cabreado que lo han encerrado en una especie de gran corral donde le jalean cientos de personas que ni conoce ni sabe que hacen allí.

 

Y todo eso, para que la bestia le embista a toda pastilla con el único objeto de llevárselo delante y si es posible matarlo. Para los que no entendemos un carajo de la llamada Fiesta Nacional, nos parce una locura inexplicable. Para mis paisanos los antitaurinos catalanes, un sufriento para el anal. Para los otros, los aficionados al toreo, arte y valor. Casi siempre muere la bestia. Algunas veces el matador. Y ahora, la Monumental y con ella las corridas de toros en Catalunya. Horas antes, los compromisarios del Barça prohibían fumar en el Nou Camp. A mi como lo de los toros no me ponen, ni tampoco fumo debería darme igual. Pero, mire, va a ser que no. Porque pienso que con tanta prohibición a la carta, me veo adelgazando veinte kilos que algún padre de la patria de Companys decide votar alguna resolución contra la gordura. No les cuento lo que dice el PP y alguno más sobre el tema de la lengua, que les supongo bien informados. A muchos enfermos ya se les envía a cuarenta kilómetros de su ambulatorio si sufren algún infarto, y las noches está también prohibido, la via de los hechos consumados, ponerse grave. “¡Apúntese a una Mutuas privada o quédese en casa!” parece la consigna del Consejero de Saluz Boi Ruiz que antes de llegar al cargo, trabajaba, precisamente, para esas mutuas que ahora hay que contratar: los periodistas ya lo hemos tenido que hacer, si les sirve de precedente. Y en fin, que caminamos hacia una sociedad casi perfecta en la que no habrá viejos, ni enfermos, ni gordos y ¡Por qué no! Tampoco feos. ¡Y que quieren que les diga! A mi me parece, que a esos buenos catalanes que quieren salvarnos de tantos y tan malos hábitos había que devolverles la pelota reformando la Constitución tras celebrar un referéndum sobre el tema de libro Guinness. Esta reforma  solo afectaría a un solo artículo de nueva creación que diría mas o menos así: Prohibido prohibir.

 

Manuel Fernando González

Editor y Director

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