‘EE.UU debería colaborar con la justicia para apartar a esos asesinos de periodistas de sus filas’

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Han pasado ya ocho años desde que el periodista José Couso perdiera la vida en Bagdad tras un ataque del ejército estadounidense contra el Hotel Palestina, y aún no se ha hecho justicia. El juez Pedraz ha putado tercera vez a los militares responsables y la familia de Couso espera que fin paguen el asesinato del periodista.

 

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha procesado este miércoles tercera vez a tres militares norteamericanos: el teniente coronel Philip de Camp, el capitán Philip Wolford y el sargento Thomas Gibson, un delito contra la comunidad internacional, en concurso con un delito de homicidio, la muerte el 8 de abril de 2003 en Bagdad del cámara José Couso.

 

El juez Pedraz, que se desplazó hasta Bagdad para investigar los hechos, ha llegado a la conclusión de que había un plan para evitar que los medios de comunicación informaran sobre la operación norteamericana desplegada en la capital iraquí y asegura además que el tanque desde el que se realizó el disparo contaba con dispositivos de visión con los que podía apreciarse con total claridad las personas que se encontraban en las ventanas.

 

‘Estamos totalmente de acuerdo con el auto. Es lo que señalamos desde el principio y a lo que apuntan todas las pruebas. Si resulta que la misma unidad del ejército de Estados Unidos ataca en el espacio de pocas horas todos los centros de prensa identificados, teniendo todos los medios de visión a su disposición para determinar donde están atacando es obvio que no es una equivocación, no pueden equivocarse tres veces’ asegura Javier Couso, hermano del periodista asesinado. La familia de José Couso confía en que fin se haga justicia al periodista y está a la espera de llegar a la fase del juicio oral.

 

Si finalmente una sentencia reconoce que los militares estadounidenses tenían un plan para evitar que se informara de sus operaciones, Estados Unidos quedaría en muy mal lugar de cara a la galería internacional y en cualquier caso sería un hito para la justicia española. Javier Couso considera no obstante que ya se ha hecho historia. ‘Es el único caso abierto en el mundo contra militares estadounidenses, las únicas órdenes de busca y captura que ha habido en la historia y la prera comisión que se desplaza a un tercer país a investigar un cren de guerra. Ya es histórico’ afirma. Además, considera que moralmente ya está demostrado que se atacó a los tres cámaras que estaban emitiendo en directo. ‘No querían atacar a toda la prensa, sino acabar con las señales en directo’ dice.

 

Pedraz ha putado a dos personas más en el caso, el jefe del cuartel general y comandante de la Tercera División, Bufor Blount, y el jefe de la Segunda Brigada, David Perkins, puesto que considera que pudieron dar la orden de disparar.

 

Las filtraciones a Wikileaks demostraron el interés de Estados Unidos en que el caso Couso no tomara demasiada relevancia, para lo cual pidieron la colaboración de las instituciones españolas. El auto del juez Pedraz podría comprometer las relaciones entre ambos países. Javier Couso su parte considera que no tiene qué. ‘Se trata de una actuación normal entre dos naciones aliadas con acuerdos bilaterales. Si tienen crinales de guerra en sus filas lo que deberían es colaborar con la justicia española para tratar de apartar a esos crinales asesinos de periodistas de las mismas.

 

Seguiremos informando…

 

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