Me he leído con morboso interés el articulo que Carlos Herrera ha dedicado a Pilar Rahola en El Semanal, como respuesta al que la ex lideresa del fenecido PI y tertuliana en La Radio de Julia, ahora me echan, ahora me quedo, había escrito en La Vanguardia, que provocó que el “exaltado” Ferrari la pusiera de patitas en la calle. El texto, muy en la línea del “Rey de los fósforos” sitúa en el punto medio del asunto la polémica que hemos vivido en las dos últas semanas.
Incluso, pienso, que el lider de las mañanas radiofónicas se contiene mucho en su verbo, para evitar,supongo, una nueva ruptura que pueda perjudicar a su ex pareja Julia Otero, que lo ha pasado realmente mal con este lío que le ha montado la multireincidente Pilar, que como todos sabemos en la profesión, vive a cuenta de estos jaleos mediáticos. Ayer mismo la escuchaba y la veía, durante un par de minutos en la Television del Grupo Godo, al lado de Josep Cuní, su mellizo mediático de los últos años, tratando de cargarse al actual Conseller de Salut de la Generalitat, ensalzando las propuestas de su compañera de la patronal catalana de Hospitales Privados, como si los problemas de la sanidad pública no supieran afrontarlos los profesionales del sector y necesitaran que Pilar Rahola y los de la comnpetencia privada les mostraran el camino y las formas. Ella es así y bien que le va. En esta ocasión, ha dejado en ridículo al Presidente de Onda Cero, que prero dijo digo y luego dijo diego, quizás aconsejado un editor que, nadie debe olvidarlo, tiene la sede de sus negocios en Catalunya que es su verdadero punto de apoyo para sus negocios de la comunicación o de lo que sea.Hablo de Jose Manuel Lara, naturalmente. Bien está lo que bien acaba y en este punto, habrá que dejar la pendencia para otro dia, salvo que la multitertuliana a la que es probable que veamos pronto en la tada de los sobres de las sopas que fabrican los Carulla, la vuelva armar para hacerse notar de nuevo, algo que puede suceder en un futuro muy próxo, ya que las audiencias del “8 al día” se han estancado peligrosamente, y eso en la tele privada suele acabar en despedida y cierre.
Manuel Fernando González
Editor y director