19 de diciembre: ‘deadline’ para la refinación de la deuda del Grupo Prisa

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Las semanas que quedan hasta el 19 de diciembre son vitales para la Prisa. La compañía debe convencer a sus acreedores en este tiempo de que refinancien los vencientos de la totalidad de su deuda equivalente a 3.500 millones de euros. Ello es requisito fundamental para poner en marcha la operación de Warrants, la única vía que le va quedando a la compañía para reducir deuda.

 

 

La refinanciación de la deuda de Prisa es un encaje de bolillos. El Grupo debe comenzar a  pagar a partir del 19 de mayo de 2013 sus dos préstamos equivalentes a la totalidad de su deuda financiera cifrada al 31 de septiembre de este año en 3.500 millones de euros. No obstante, Prisa ya ha avisado que no podrá pagar estas cantidades en la fecha estipulada, alcanzada lo demás in extremis en diciembre del año pasado luego de ofrecer draconianas condiciones a sus acreedores.

 

En medio de la entrega de sus datos del tercer trestre Prisa ha enviado a la CNMV una nota diciendo que ‘negocia con sus bancos acreedores una propuesta de reestructuración de su deuda financiera’. En la breve nota el Grupo explica que ‘el objetivo es extender los vencientos de los contratos de Préstamo Sindicado y Puente suscritos Prisa con las entidades financieras, en función del cumpliento de ciertos hitos y rebajar el apalancamiento financiero de la Compañía’.

 

Paralelamente en la conference call que Fernando Abril Martorell sostuvo con los analistas, el virtual número dos de Prisa explicó que la fecha límite para refinanciar la totalidad de la deuda es el 19 de diciembre, el día que coincide con el venciento de los pagos de este año equivalentes a unos 290 millones de euros. El propio Abril Martorell lo ha condicionado la puesta en marcha de la operación de warrants a esta renegociación, un  hecho clave considerando que uno de las pocas vías que al Grupo le quedan para recaudar dinero, reducir su deuda y enviar un mensaje de confianza a los bancos acreedores es precisamente la colocación de estos instrumentos financieros.

 

En este encuentro con analistas, Martorell explicó además que pedirán que la deuda se aplace como míno en 27 meses hasta un máxo de tres años, lo que se traduce en retrasar los pagos desde mayo de 2013 hasta verano de 2015 en el peor de los escenarios. La lógica indica que los bancos den la prórroga a Prisa, pero en las actuales condiciones –con la acción desplomada en 70 céntos y un beneficio que se hay reducido un 80% en los preros nueve meses del año es poco el poder que el Grupo tiene para negociar.

 

Esto les obliga a aceptar nuevamente duras condiciones y mayores intereses de los ya pagados. El propio Cebrián ha cifrado todas sus esperanzas en la operación de warrantes, mediante la cual los accionistas históricos, Nicolas Berggruen y Martin E. Franklin se han comprometido a ejercer estas opciones valor de 150 millones de euros, siempre que se refinancie la deuda. Las prisas del Grupo no son gratuitas, ya que sin el ejercicio de los warrants se  cierra la única vía de financiación inmediata de la compañía.

 

Del mismo modo, los socios estadounidenses no quieren arriesgarse si es que no se tiene en firme el compromiso de los bancos, lo que les daría un margen de dos años más para seguir con sus planes de desinversión a la espera de mejores condiciones de mercado y mayores precios para sus actuales activos, completamente desvalorados en la actualidad.

 

¿Por qué es la única vía de financiación inmediata? Los bancos quieren ya una garantía de liquidez que garantice que la deuda puede seguir recortándose y los warrants son los únicos que se pueden ejecutar a partir del próxo año. La venta de su 17,3% de Telecinco no será posible hasta dentro de al menos un año, como ha explicado el lunes Martorell, que el Grupo Mediaset tiene la posibilidad de ejercer un veto hasta marzo del año pasado para bloquear cualquier decisión de Prisa. A partir de ahí se abre un proceso de seis meses como míno para que Competencia decida sobre las acciones tomadas.

 

Las otras vías de liquidez mediante ventas de activos también están paralizadas. La fallida venta del 35% de Media Capital finalmente se quedó con en la cesión del 10% a condiciones económicas muy inferiores del acuerdo inicial, mientras que el anuncio de la venta de Santillana no es firme’ según confesó Martorell a los analistas debido a que interesado Providence, todavía está en fase de captación de recursos para reunir los 2.175 millones que la empresa ofreció el 30% de la editorial.

 

Seguiremos Informando…

 

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