A mi me pasa como a la orquesta del Titanic: Prefiero hundirme con mis músicos, en este caso mi familia y mis conciudadanos y perecer, en lugar de hacerme sitio a trompicones subirme al bote salvavidas que me ha de llevar a puerto seguro. Y sin embargo, al leer que los mas ricos y las grandes empresas han podido sacar de nuestro pais mas 54 mil millones de euros para salvar su delicado trasero, o que ya no hay cajas de caudales alquilar en Madrid, no puedo menos que avergonzarme con la noticia y pedirle “a quien sea” que, cuanto antes, con la misma saña y mala leche que se está publicando lo el yerno del Rey, saque a la luz los nombres y las cifras de estos patriotas de pacotilla, que solo saben estar a las maduras, pero huyen como cobardes, cuando llegan las duras. Si hemos de refundar nuestra Democracia. Si tenemos la periosa necesidad de acabar con las verdades financieras, para que renazca la economía. Bueno será que comencemos alejar de nuestras vidas a estas sanguijuelas del poder, a fin de que éste vuelva a caer en las manos de todos y lo gestione quien merezca nuestra confianza. Son tiempos de zozobra, propios para aquellos que tenga la entereza de afrontarlos, su propio bien y el de los demás. Por si alguien no le entiende: Toca sumar entre todos y echar del país al que resta.
Manuel Fernando González
Editor y Director