EL CLÁSICO

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Pasó el clásico que dejó tras de si la estela de que cada una de las partes, aficionados y periodistas, de Madrid y de Barcelona, estuvieron viendo otro partido de futbol. Para unos el robo a su equipo fue descarado y para los otros el árbitro fue un blando y un trilero. Al final, nos queda lo del representante de Mouriño que lo escribió en su twiter, : el internacional brasileño del Barça Alves es un burro con gafas de doctor, pero un burro. En fin, que salvo esa cita literaria, lo demás fue pasión y leña, mucha leña. Menos que otras veces, pero leña al fin y al cabo. Y ya que hablamos de violencia, mención aparte se merece el octogenario Juez único, Señor Flórez, que no supo  ni quiso entrar de oficio en el vergonzoso pisotón a Leo Messi cuyas ágenes  han dado la vuelta al mundo, en una clara demostración de su irresponsabilidad, que la Federacion Española ha de corregir inmediatamente, que una cosa es ser spatizante del Madrid o del Barça y otra, muy distinta, hacer broma en una radio catalana sobre el asunto, diciendo que solo hubiera tomado una decisión si al jugador argentino le hubieran amputado los dedos. Este Señor, o padece demencia senil, o es un solemne cretino y la gente del futbol no se había enterado. Por una acción semejante, sancionaron instantáneamente y con cuatro partidos  a otro “angelito” que juega en la Premier llamado Barotelli, y no pasó nada. Aquí, el infractor pisó el Nou Camp los santos ppollos de su entrenador y menos mal, que no se produjo un altercado de orden público ante las mismísas narices del Presidente Pérez, que de habrese producido, habría tenido consecuencias nefastas para sus múltiples negocios catalanes y sobre todo, para la agen del Real Madrid, que con “la colla de forçados tugueses” que se ha traído a sus filas, va de mal a peor en ese tema. Como conocí e entrevisté en mis años mozos y varias veces a Don Santiago Bernabeu, solo me queda repetir, que este Señor que se había hecho a si mismo se parece a Florentino Pérez como un ferrari a una tortilla de patatas, y claro, eso después se nota mucho .Me despido con el futbolero grito de guerra de las dos aficiones, que si que son ejemplares.¡Hala Madrid! Y ¡Força Barça!.

Manuel Fernando González
Editor y Director
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