Hoy estoy contento. Veo que los rezos que propuse a nuestro Ministro del Interior comienzan a dar sus frutos. Ya no hay palos en las calles y los padres de las criaturas se manifiestan, masiva y pacíficamente las avenidas de Valencia, pidiendo la disión del Comisario Morenin, y el cese de la Delegada de Gobierno, Paula Sánchez de León que, según dicen, es una protegida política de Camps, y lo tanto, de la fe que les une. Menos mal, que todo se acaba y que cuando se olvide el asunto, sin que casi nadie se de cuenta, a estos probos servidores de lo publico se les buscará un nuevo destino más acorde con sus virtudes profesionales. Ya lo verán. Pero, como les comentaba, hoy es uno de esos días en que uno se encuentra como si se tomara tres orujos del Ulla, después de meterse entre pecho y espalada una lamprea del Miño, regado todo ello un buen Barrantes.¿Y eso qué?. Pues, muy sencillo: prero, haber sobrevivido a aquel 23 F en el que me tocó discutir con la gran Encarna Sánchez, que en la gloria esté, y luego que ayer a Jaume Roures, mi colega y amigo el Director del Triangle, Jaume Rexach, le pudo regalar una sonora , pero magnifica peineta, que el Juez le absolvió de la demanda que el fracasado editor de Público le había interpuesto exigiéndole una indemnización de 65.000 eurazos, que para nosotros los pobres, como Vds. podrán suponer, es una cantidad posible de tener en nuestra escurrida cuenta corriente. Total, que a Roures le dieron el día. A mi compañero le devolvieron su honra y a mi una satisfacción inmensa que, esta vez, se ha hecho verdaderamente justicia. Y como estamos de bicentenario gaditano me permito gritar a plano pulmón: ¡Viva la PEPA!
Manuel Fernando González
Editor y Director