El cáncer de mama es el más prevalente entre las mujeres, una de cada ocho mujeres lo desarrollará a lo largo de su vida y tiene una prevalencia de 22.000 casos al año en España, mientras que el segundo en frecuencia entre las mujeres jóvenes es el cáncer de cérvix, que afecta a una de cada 107 europeas.
La prevención praria, dirigida a evitar que la enfermedad aparezca, incluye el abandono del tabaco y el consumo de alcohol, seguir una dieta rica en frutas, cereales integrales, frutos secos, hortalizas, fibras y alentos frescos en general, especialmente tante en el caso de los niños, realizar ejercicio moderado y protegerse del sol.
El diagnóstico precoz y los programas de cribado son claves en la prevención segundaria, cuyo objetivo es reducir la mortalidad del cáncer una vez éste ya ha aparecido.
En cáncer de mama la prueba de cribado de referencia es la mamografía, a la que se suman la autoexploración y avances técnicos como el mamógrafo digital, especialmente el que incora tomosíntesis, la biopsia con aguja gruesa o la biopsia asistida vacío, que mejoran enormemente el diagnóstico precoz de esta patología y son mucho menos molestos y dolorosos que hace años.
La vacuna contra el virus del papiloma humano es el logro más tante en relación al cáncer de cérvix, en el que el cribado puede evitar hasta el 80 ciento de los tumores, unido a la citología, los test de VPH y la colposcopia, añadida o no a la biopsia.
El de mama es el cáncer más prevalente entre las mujeres y el de cérvix es el segundo en frecuencia entre las mujeres jóvenes. Si bien éstos son dos datos irrefutables en la actualidad, la buena noticia es que hay mucho que nosotras mismas podemos hacer para evitar esta enfermedad o luchar contra ella cuando ya ha aparecido. Y bastantes de esas “recetas” son de fácil aplicación, estando al alcance de todas las mujeres.
Ese fue el mensaje principal que la Dra. Mercedes Herrero, ginecóloga de HM Hospitales y miembro de la Unidad de Mama de HM Universitario SanchinarroCentro Integral Oncológico Clara Campal (CIOCC), transmitió a todas las mujeres que asistieron a su ponencia “Prevención y Diagnóstico precoz del cáncer en la mujer”, ofrecida en el marco de la Semana Internacional de la Mujer, celebrada en Madrid, en colaboración con la Comunidad de Madrid y con la participación del Ayuntamiento de Madrid y el Instituto de la Mujer del Gobierno de España, la semana del 5 al 9 de marzo.
Empezando lo más sencillo, la Dra. Herrero, enumeró los principales factores de riesgo de cáncer en la mujer, siendo muchos, exceptuando los derivados de su propia condición femenina, los mismos que en otro tipo de tumores, y compartiendo todos ellos un objetivo común: “evitar que el enfermedad aparezca”, aseveró la experta.
Pautas de prevención praria
Por enca de todos, en tancia, la Dra. Herrero destacó el tabaco, que consideró principal enemigo en cualquier estrategia de prevención oncológica, acompañado del consumo de alcohol. Junto a ellos, señaló la alentación rica en grasas, alentos preparados y poco saludable, que puede hacer mucho daño a la salud y favorecer la aparición de numerosas enfermedades, y lamentó que se esté perdiendo la llamada “dieta mediterránea”, rica en frutas, cereales integrales, frutos secos, hortalizas, fibras y alentos frescos en general, y que “es especialmente tante seguir en el caso de los niños”.
Realizar ejercicio moderado “lo mejor es al aire libre, de forma regular y en buena compañía, para que sea más agradable hacerlo y no suponga una obligación difícil de cumplir; o, en el peor de los casos ‘movernos’ un poquito todos los días”, aconsejó la ginecóloga y protegerse de la radiación solar fueron las otras dos estrategias destacadas la Dra. Herrero como principales armas en la lucha contra el cáncer.
No obstante, si la prevención praria, a la que corresponden las anteriores recomendaciones, resulta fallida y se queda corta, siempre queda la prevención secundaria, dirigida a, una vez que la enfermedad ha aparecido, reducir la mortalidad producida ésta. Y en esta fase, “la clave es el diagnóstico precoz y los programas de cribado”, aseguró la experta poniendo como ejemplos tantes en este sentido el cáncer de mama y el cáncer de cérvix.
Tiempo de la prevención secundaria
Y es que mientras el prero aparecerá en una de cada ocho mujeres, en España se dan 22.000 casos cada año, el segundo afecta a una de cada 107 europeas. De ahí la tancia de diagnosticarlos en las fases más precoces posibles para tener mayores opciones de curación.
Según recordó la Dra. Herrero, la prueba de cribado de referencia para el cáncer de mama es la mamografía, que se recomienda realizar una vez al año desde los 40 años hasta los 65, siempre que no haya otros factores de riesgo que puedan modificar esta pauta, y a la que sumó la autoexploración, un método fácil y cómodo de diagnóstico precoz que se debe promover especialmente entre las mujeres jóvenes.
En este apartado destacó tantes avances técnicos registrados en los últos tiempos, como el mamógrafo digital, especialmente el que incora tomosíntesis, como el que acaba de instalarse en HM Universitario Sanchinarro, la biopsia con aguja gruesa o la biopsia asistida vacío, que “mejoran enormemente el diagnóstico precoz de esta patología y son mucho menos molestos y dolorosos para las pacientes de lo que eran hace años”.
Asismo, sin duda el logro más tante en años en relación al cáncer de cérvix, causado el virus del papiloma humano (VPH), de transmisión sexual y cuya infección es muy frecuente a lo largo de la vida, es la vacuna contra este virus. Sin olvidar que “sólo un centaje de las infecciones este virus pueden causar alteración celular, y únicamente parte de estas últas pasan a la fase de desarrollo del cáncer de cérvix”, lo cierto es que la prevención segundaria en este tumor es igualmente clave, ya que “el cribado puede evitar hasta el 80 ciento de estos cánceres”, indicó la ginecóloga. La citología desde el inicio de las relaciones sexuales hasta los 65 años, los test de VPH y la colposcopia, añadida o no a la biopsia son otras herramientas claves de diagnóstico precoz.
Así, la Dra. Herrero concluyó recordando las claves de la prevención y el diagnóstico precoz de ambos tipos de cáncer: “las revisiones rutinarias ginecológicas anuales, la exploración ginecológica y de mama y las pruebas de cribado como la citología y la ecografía ginecológica. Pero enca de todas, la información, la concienciación y el autocuidado de nuestra salud.