Desde la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) se muestran rotundamente contrarios a la propuesta del presidente de Grifols, Victor Grifols, de permitir a los parados vender su plasma, y así conseguir ingresos. El colectivo que agrupa a la mayoría de hematólogos ha mostrado su rechazo a esta medida y sigue apostando ‘el donativo altruista’, durante la presentación del Libro Blanco de la Hematología en Madrid.
‘Somos contrarios a todo lo que pase distorsionar el carácter altruista de la donación de sangre’, así de rotundo ha sido el doctor Antonio Fernández Jurado, director de la Unidad de gestión Clínica de Hematología del Hospital Juan Ramón Jénez, en relación a la propuesta del presidente de Grifolls, la empresa de origen español y tercera a nivel mundial en el sector de hemoderivados, que proponía permitir a los parados vender su plasma con el fin de obtener ingresos económicos.
Hasta el momento este colectivo no se había pronunciado al respecto, aunque son claros al asegurar que la regulación de la donación desde el año 1985 con el Plan Nacional de Hemoterapia, ha evitado muchos problemas que ocasionaron en épocas pasadas la falta de una regulación específica y rigurosa en la donación de sangre. Según la doctora Pilar Masso, de la sección de HematologíaHemoterapia del Hospital Infanta Sofía, la falta de controles en las donaciones de sangre hace décadas ha ocasionado ‘un daño incalculable, y que aún sigue afectando a muchos pacientes’, como ejemplo los miles de infectados hemofilia transfusiones de sangre, o incluso VIH.
Estas declaraciones en contra de la venta de plasma han sido vertidas parte de algunos de los 50 especialistas en hematología que han participado en la elaboración del Libro Blanco de la Hematología y Hemoterapia, un documento patrocinado la compañía Celgene y coordinado la presidenta de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) Carmen Burgaleta, y que recoge datos sobre la organización y cartera de Servicios según los distintos modelos de hospitales, incluyendo la actividad clínica, el trasplante, el diagnóstico hematológico de laboratorio, así como los recursos humanos, la actividad docente y de investigación.
Según los responsables del libro, uno de los aspectos que más preocupan es el posible déficit de hematólogos previsto para los próxos años, a tenor de las características de los más de 2.000 hematólogos se calcula hay en España. Según la doctora Pilar Masso ‘la hematología es una especialidad envejecida, ya que más de la mitad de los hematólogos (el 57 %) tiene más de 50 años’. Aunque el momento no hay un déficit de estos profesionales, la falta de interés en esta especialidad los estudiantes de medicina puede provocar que en diez años sí comience a notarse la falta de estos profesionales.
Otro aspecto que destaca en el libro es la falta de conociento entre la sociedad en general de la especialidad y la labor de los hematólogos en la práctica clínica. Si bien el hematólogo está presente en el tratamiento de enfermedades cada vez más comunes y muy diferentes, desde la atención a pacientes anticuagulados o determinados cánceres hematológicos, aún son desconocidos. Así, el doctor Fernández Jurado asegura que la relación entre el hematólogo y el paciente es una relación muy cercana y ‘muchos de nuestros pacientes confían en nosotros, pero al mismo tiempo eso no transciende a la sociedad’.
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