Gran Hermano 12+1 toca a su fin, pero Telecinco ha querido explotar un poquito más su gallina de los huevos de oro. Por eso ha inventado la fórmula de la ‘revuelta’, es decir, volver a meter a los hermanísos dentro de la casa para que resuelvan las rencillas, los conflictos, o cualquier cosa que se les haya quedado pendiente. Mercedes Milá, alma del reality desde su prera edición, ha dado sus presiones sobre esta edición.
Este años los finalistas de Gran Hermano ha escogido a su +1, que recibirán un premio de 20.000 si gana el concursante al que acompañan. Pero en la gala final, los cuatro elegidos estarán solos, y los +1 acudirán a plató, donde protagonizarán una entrevista coral. Además, los finalistas recibirán como sorpresa la visita de sus familiares dentro de la casa. Se trata de una vuelta de tuerca más de una edición repleta de novedades.
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FOTOGRAFÍAS DE ARTURO ORDAZ
Aunque sin duda la más sorprendente es que el reality se alargará aún más con una revuelta, en la que los concursantes tendrán la otunidad de entrar de nuevo en la casa para resolver algunos temas pendientes. Será una especie de debate, en el que los protagonistas podrán ver vídeos de los momentos que han marcado esta edición.
La revuelta tendrá una dinámica silar a la del propio concurso y el ganador optará a un premio que rondará los 20.000 euros. Aún no tiene un lugar concreto en la parrilla ni se sabe cuánto va a durar. Una posibilidad sería que Telecinco enfrentase de nuevo el reality con El número uno.
Mercedes Milá, alma mater del concurso, ha confesado que lo pasó mal al ver que El número uno podía con Gran Hermano. ‘Lo pasé fatal las dos preras semanas de competencia con El número uno, sobre todo tener que luchar contra mi niño Miguel Bosé, no podía dormir, pero ahora… duermo muy bien’ ha explicado la presentadora.
Para Milá, una de las claves del éxito de esta edición ha sido el casting. ‘Creo que es un casting que ha tenido más tiempo para fermentar. El equipo de Zeppelin ha tenido tiempo para buscar muy bien cómo combinaban unos concursantes con otros, que al retrasarse han tenido más meses para buscar. Destacaría que es rico, que es variopinto, gente que ha demostrado que pueden convivir, aún en circunstancias de mucha tensión. Aunque yo no reniego de ningún Gran Hermano, este ha sido más agradable de ver que no ha habido tantos insultos ni tanta violencia. Eso se ha buscado desde Zeppelin y se ha conseguido’ ha comentado.
Mercedes Milá ha sido criticada en muchas ocasiones ser muy dura con algunos concursantes y muy blanda con otros. En el caso de Noemí, la Gran Hermana que más juego ha dado esta edición, la han acusado de ambas cosas, en una entrevista que logró uno de los mejores datos de audiencia del programa. ‘Yo creo que esa chica salió de la casa en un estado en el que no puedes hacer una entrevista dura que la persona ni te escucha. Está tan en ca viva, que tienes que respetar eso. A veces te tienes que litar a mirarla y abrazarla’ ha afirmado. ‘Cada persona que sale de la casa sale en unas condiciones diferentes. Ellos se preguntan ¿Por qué la mía fue distinta a la del de al lado? Pues que tú eres diferente. Unos son más fuertes y otros más débiles. Yo como periodista tengo la obligación de hacer la entrevista al nivel del personaje que tengo delante. Cada periodista sabe que no todos las entrevistas son iguales’ ha defendido.
Tras Gran Hermano, la periodista tiene pendiente el estreno de nuevos capítulos de Diario D, que estaba preparado para empezar a emitirse en mayo, pero se ha retrasado el buen funcionamiento del reality. ‘Tenemos temas muy candentes’ asegura. Según Milá, Paolo Vasile se ha comprometido a buscar un sitio en la parrilla de Cuatro para empezar a emitir en breve Diario D.
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