El trastorno bipolar continua siendo una de las enfermedades más desconocidas para la sociedad en general, a pesar de afectar sólo en nuestro país a casi un millón de personas y a unos 30 millones de personas en todo el mundo. Los medios de Comunicación juegan un papel muy tante a la hora de dar a conocer a la población esta patología y terminar con la estigmatización que la rodea. Conscientes de esta realidad, la farmacéutica Lundbeck ha desarrollado en Ibiza su XI Seminario para periodistas titulado ‘Trastorno Bipolar: el desgobierno de la mente’
Las enfermedades mentales han estado rodeadas históricamente de multitud de prejuicios y un amplio desconociento parte de la población y de los propios pacientes. Una de las claves para terminar con este hándicap es el conociento, ‘el único antídoto contra el estigma hacia las enfermedades mentales’, ha afirmado Beatriz Rivero, directora de Maketing de Lundbeck, durante la inauguración del Seminario.
La cita ha dado comienzo con la intervención del doctor Eduard Vieta, Jefe del Servicio de Psiquiatría y director de la Unidad de Trastorno Bipolar del Instituto de Neurociencias del Hospital Clinic de Barcelona, que ha explicado como el trastorno bipolar ‘afecta a los mecanismos cerebrales que regulan el estado de áno y cuyas causas son una combinación de factores genéticos y ambientales’. Además, Vieta ha querido resaltar que en la mayoría de los casos ‘es una enfermedades gobernable y tratable’ que permite a las personas que lo padecen llevar una vida prácticamente normal gracias a tratamientos farmacológicos y psicoterapéuticos.
Sin embargo, pese a todos los avances producidos en investigación en torno al trastorno bipolar su correcto diagnóstico o la identificación de sus síntomas resulta muy difícil todavía. De echo, se calcula que aproxadamente el 49% de los pacientes que padecen trastorno bipolar no están diagnosticadas; un 31% han recibido un diagnóstico erróneo o un 34% han convivido con esta enfermedad durante más de 10 años antes de ser detectada. De cara al futuro, el pulso de técnicas de detección precoz debe de ser una de las prioridades.
En cuanto a los tratamientos, el doctor Vieta ha confirmado que ‘el farmacológico es prescindible y debe revisarse cuando remiten los síntomas, nunca debe abandonarse para evitar recaídas posteriores’. Además, el Jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic ha confirmado que ‘sólo el tratamiento farmacológico raramente resuelve el problema’ y ha recordado la baja adherencia al tratamiento la falta de conciencia sobre la enfermedad de los propios pacientes.
Es aquí donde entra en juego la psicoeducación como complemento a esos tratamientos farmacológicos, según ha explicado el doctor Francesc Colom, director del Área de Psicoeducación y Tatamientos Psicológicos, Programa de Trastornos Bipolares en IDIBAPS del Hospital Clínic. La psicoeducación realiza una tante labor preventiva y en las sesiones el paciente aprende a manejar su enfermedad, aceptarla y convivir con ella. ‘Si se combina de forma correcta con los fármacos, los estudios demuestran que un paciente de trastorno bipolar que también reciba psicoeducación tendrá a lo largo de su vida la mitad de episodios y en ciclos más breves (hasta el 75% más cortos)‘.
La doctora Consuelo de Dios, Responsable del Programa de Trastornos Bipolares del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario La Paz de Madrid, ha calificado el trastorno bipolar como una ‘enfermedad del cerebro y del cuerpo’ que en muchos casos provoca graves complicaciones asociadas. La doctora De Dios ha afirmado que ‘hasta el 80 % de los pacientes con trastorno bipolar presentan también otras enfermedades como obesidad mórbida, diabetes o enfermedades cardiovasculares. Se calcula que aproxadamente el 62% de los pacientes con trastorno bipolar mueren causas naturales derivadas de complicaciones con estas patologías’. El riesgo de suicidio es otro campo a evaluar en los pacientes con trastorno bipolar, ya que según ha expuesto la doctora De Dios ‘hasta la mitad de los pacientes con trastorno bipolar han intentado suicidarse a lo largo de su vida y un 15% lo acaban consiguiendo’. Unos datos negativos que pueden mejorarse que ‘hay motivos para el optismo en el trastorno bipolar’, ha concluido el doctor Colom.
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