‘Ética, Credibilidad y Confianza en los medios de comunicación del siglo XXI’, es el título del Curso de Verano de la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial que ha comenzado hoy. La idea principal que se ha defendido en este curso es la necesidad de autorregulación de los medios y la defensa de los principios éticos, ante la falta de credibilidad de la sociedad en los medios de comunicación.
Los profesionales y el Gobierno apuestan la autorregulación de los medios de comunicación. Hoy ha arrancado la prera jornada del curso ‘Ética, Credibilidad y Confianza en los medios de comunicación del siglo XXI’ de la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial.
Carmen Martínez Castro, Secretaria de Estado de Comunicación, encargada de inaugurar la jornada, ha subrayado la apuesta del Gobierno la autorregulación de los medios. ‘En España el control están en el código penal, hay conductas tipificadas como delitos y hay que recurrir a la justicia. Lo ideal es que funcione la autorregulación, y que la sociedad denuncie aquellos comtamientos o actitudes que no le gustan. Creo que son los propios periodistas los que tienen que autorregularse’.
Con respecto al CEMA, que este Gobierno ha dejado paralizado, ha explicado que todo se va a derivar a un gran regulador, pero que se centrará en cuestiones objetivas como el tema de horarios infantiles… todo lo que esté relacionado con contenido irá el código penal o en otros casos, deben ser los propios medios los que se regulen, ‘quien no lo puede hacer es el Gobierno en una sociedad abierta’, ha sentenciado Martínez Castro.
Por otro lado, Manuel Núñez Encabo, presidente de la Comisión de Quejas de la FAPE, ha afirmado que ‘el modelo [periodístico]actual no es viable, si no es con la garantía de la ética’. En este sentido, ha destacado que para terminar con el camino de la punidad solo existen dos vías, la judicial y que sea el gobierno regule los contenidos; y la ética.
Por eso, ante la falta de credibilidad que están viviendo los medios, ha mantenido que lo único que les garantiza la supervivencia y que sigan manteniendo la confianza de la sociedad, es respetar el código ético de la profesión para generar confianza. Algo que también ha destacado la Secretaria de Estado de Comunicación explicando que el valor esencial de los medios es el de la credibilidad. ‘Un medio vale tanto con la veracidad de sus informaciones’, ha destacado, ‘algo que unido al recto comtamiento de sus informaciones, a la ética, permite que exista la credibilidad y supuesto confianza’.
En medio de este discurso, Estudio de Comunicación ha presentado un estudio con la participación de 35 medios, que se ha centrado en tres preguntas fundamentales: ¿Tiene su medio un manual o libro de estilo?, ¿disponen de un departamento que recoja las principales líneas de ética periodística de su medio? Y ¿cuentan con un defensor del lector, oyente o espectador? Entre las conclusiones muestran que el 60% de os medios tienen manual de estilo, el 46% tienen un sistema de transmisión el código deontológico, y solo tres medios en España tienen un defensor de la audiencia.
En cuanto a la regulación, la mayoría de los profesionales apuesta la autoregulación sin intervención jurídica, los directores piensan que los periodistas tienen que tener muy claro la ética y que no se tuviera que intervenir. Mientras que los defensores abogaban una figura que vigile este tema.
No obstante, la crisis actual también está teniendo su efecto en la ética. Está terminando con la transmisión de estos principios en las redacciones, ya que los profesionales seniors están saliendo de las redacciones para dejar paso a los más jóvenes. Pero no es el único: la rapidez de las informaciones que se piden en los medios digitales o cagar de más trabajo a las redacciones que hay que sacar el mismo trabajo adelante con menos gente están rebajando el rigor de las informaciones. Pero los defensores también han apuntado que lo que está minando la credibilidad, es que los medios no dividan entre opinión e información.
Pese a todo, Encabo ha querido poner un tono positivo en esta jornada, explicando que cada vez son más los medios y las agencias que se están sumando a la comisión de Quejas de la FAPE, una marca que da credibilidad a estas empresas periodísticas.
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