Margarita Robles, Vocal del CGPJ y miembro del Tribunal Supremo, ha destacado el ‘enorme’ poder de los medios de comunicación ya que pueden quitar o poner políticos e incluso una de sus informaciones puede disparar la pra de riesgo. Por lo que ha hecho un llamamiento a la ética y al rigor de los periodistas.
En un momento en el que la información judicial y la economía están centrando las informaciones de los medios de comunicación, Margarita Robles, ha participado en una jornada de los Cursos de verano de la Universidad Complutense organizado Servedia y patrocinado Santander, BBVA y Novartis.
La vocal del CGPJ ha destacado que los gobiernos, en cualquier país del mundo, tienen dos contrapoderes que de alguna manera les resulta incómodo para su actuación: la justicia y los medios de comunicación. Con respecto a la justicia, ha dicho que históricamente siempre ha habido unas confrontaciones entre los gobiernos y el poder judicial, que ‘son las tensiones propias de un sistema democráticos’ pero ha criticado que algunas veces a los poderes ejecutivos, les resulta más fácil atacar, desprestigiar al poder judicial.
En este sentido, ha dicho que noticias como que ‘se va a acabar con la despolitización de la justicia’, es un mensaje que hace pensar que anteriormente estaban politizados, y ‘eso es falso’, ha dicho. Por lo que con estos temas, asegura, no se está dando ‘una agen adecuada de lo que es el poder judicial’, y esto repercute a la economía, ya que da inseguridad en los mercados. ‘Cuando el New York Tes se dice que la justicia en España no funciona’, esa información hace que los mercados no invierten en España.
‘Yo no quiero decir con esto que los medios no cuenten lo que está pasando, pero a veces tengo la sensación que la información ha dejado de serla para pasar a ser opinión’, y ha añadido Margarita Robles, apuntando que se está cayendo en muchas ocasiones en el cotilleo. La disión de Carlos Dívar, ha dicho que era prescindible que no ha sabido gestionar esta crisis y explicar ciertas actuaciones. Pero junto a esas informaciones ‘hubo una campaña de desprestigio de los medios de comunicación, entrando en lo personal, que raya lo que éticamente no es aceptable. Yo que fui una de las personas que pidió la disión de Dívar, rechazo completo esa posición de los medios de comunicación que se ha dedicado a hacer una descalificación propiamente personal’. Y ha puntualizado: ‘creo que esto no es la manera de informar’. Dar información es explicar lo que ha sucedido y dejar otras cosas al margen. Y ha puesto otro ejemplo, el proceso de elección del presidente del CGPJ. ‘Tengo una sensación de fracaso, que es un proceso largo’, pero cuando 20 señores no son capaces de elegir y nombrar estamos fracasando. Además de decir que ve bien que se haga esta crítica, lo que no entiendo es ‘cómo medios de comunicación, puntos de referencia en este país, entren en si tal vocal dijo una cosa y que la vocal tal dijo otra cosa, que esto puede ser propio de otro tipo de prensa’. Por lo que se ha preguntado si los medios ¿no están cayendo en el cotilleo puro?
En este sentido también ha hecho una crítica al sector jurídico y a los que filtran información a los medios. En prer lugar, felicitando a los medios que consiguen la información, pero también ha criticado a los que dan informaciones o declaraciones, pero no quieren aparecer con sus nombres y apellidos. ‘Yo estoy viviendo con cierta preocupación que se esté devaluando la información que dan los medios de comunicación de lo que es la actividad de la justicia’, ha sentenciado, muchas veces falta de conociento jurídico, como en el caso de los tertulianos de televisión o radio, que hablan de cualquier tema con mucha soltura. Por lo que ha hecho una llamada a la responsabilidad de los medios de comunicación.
También ha reflexionado sobre los momentos en los que hay interés en poner el foco en una información equivocada para no hablar de los problemas reales. Momento en el que se ha referido a la violencia de género. ‘Hay que hacer una información que no sea sensacionalista de los temas’. Robles ha lamentado que en este tipo de informaciones se busque saber cuándo se dictó la orden de alejamiento y no si se está levantando el acelerador para erradicar esto o se están quitando recursos.
También ha lamentado las filtraciones a los medios de comunicación y los secretos de sumario que se prolongan durante años. ‘No puede ser que se alargue durante un, dos o tres años, y aparezcan publicados en los medios de comunicación. No es razonable que la ley permita que los sumarios puedan ser secretos ilitadamente. Más de un mes no es razonable’, apunta. Casos concretos, a lo mejor, se puede ampliar, pero explicándolo razonablemente. Porque el ciudadano que está sujeto a este proceso vive mucho estrés.
En este punto también se ha referido de los juicios paralelos de los medios, ya que la justicia es más lenta y dicta sentencia cuando la sociedad ya ha opinado. ‘Cuando esto se resuelve un año después, y absuelven a alguien, eso ya no tiene relevancia’.
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