Los empleados de GSK se embarcan en un proyecto global de voluntariado a largo plazo

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El Programa de Voluntariado PULSE contribuye a crear comunidades saludables medio de la experiencia y competencias corativas que los voluntarios de GSK comparten con entidades sin áno de lucro.

 

A lo largo de 2012 cerca de cien empleados de GlaxoSmithKline (GSK) participarán en programas de voluntariado de larga duración (hasta seis meses) con 52 organizaciones no gubernamentales sin áno de lucro en 25 países. Estos voluntarios atarán la experiencia necesaria a estas instituciones para superar retos de carácter social, incluyendo educación para la salud y medio ambiente, a través del programa de voluntariado de GSK, PULSE.

 

Claire Thomas, vicepresidenta mundial de Recursos Humanos de GSK, ha explicado que: “la misión de GSK de ayudar a la gente a hacer más, sentirse mejor y vivir más tiempo se consigue no sólo mediante el desarrollo de medicamentos, vacunas y otros productos para el cuidado de la salud, sino también a través del voluntariado de las personas que trabajan en la compañía. El programa PULSE marca una diferencia para las comunidades más necesitadas y es una experiencia que deja pronta en la vida de nuestros empleados, reforzando su conociento y comprensión del medio global en el que operamos. Este programa es el buque insignia de nuestra cultura corativa para conseguir una filosofía más abierta, con un espíritu generoso y centrada en las personas independientemente de su nivel económico en todo el mundo.”

 

Participación de GSK España en PULSE

Desde el lanzamiento del Programa de Voluntariado PULSE en 2009, casi 300 empleados de GSK de 33 países han colaborado con 70 organizaciones sin áno de lucro en 49 países. En concreto, siete voluntarios de GSK España de diferentes divisiones (investigación, producción y servicios centrales) han participado en PULSE en estos años, desarrollando su trabajo en países como Etiopía, Nicaragua, Ghana, Bolivia y Estados Unidos, en organizaciones como Save the Children, Millennium Villages Project y Direct Relief International.

 

Nela Berlanga, investigadora del Centro de Investigación Básica de GSK en Tres Cantos (Madrid), participó el año pasado en un proyecto en una zona rural de Ghana. En concreto, se ocupó de montar un laboratorio y formar a las personas que trabajarían en él: “Me dieron la otunidad y elegí tareas relacionadas con mi experiencia y conocientos. La labor que desempeñé allí fue muy satisfactoria al estar tan cerca del enfermo y ayudar a su rápido diagnóstico. Creo que el programa PULSE es una experiencia única, aprendes mucho de ti y de los demás”, explica la investigadora.

 

Para Óscar Ballesteros, experto Lean Sigma en la fábrica que GSK tiene en Aranda de Duero (Burgos), que colaboró con Save the Children en Nicaragua, “el programa PULSE busca que el voluntario realice en la ONG un trabajo silar al que hace en GSK. Tanto si es en el extranjero, como si es la propia zona geográfica, es una experiencia inolvidable no sólo a nivel profesional sino también en lo personal”.

 

Olga Peñacorada, técnico de Planificación en la planta de Aranda de Duero, participó en un programa en Estados Unidos, concretamente en Santa Bárbara. Olga explica: “la ONG en la que trabajé, Direct Relief International (DRI), tiene su sede allí aunque desarrolla proyectos en África, Asia y América. En Santa Bárbara tiene un almacén de distribución desde donde organiza los programas de donación al resto de países. Cuando vuelves traes aire fresco, que influye en todo lo que te rodea, a nivel laboral y personal. Llevo muchos años trabajando en GSK y es bueno conocer cómo funcionan otras organizaciones. Ves de otra forma el trabajo en la fábrica, los medicamentos que hacemos aquí llegan a muchos lugares y ayudan a mucha gente”.

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