Sexo, drogas, rock & roll… y management

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El concepto de estrategia nace en el ámbito militar y profesionales del g suelen acudir a libros como ‘El arte de la guerra’ para inspirarse. Sin embargo, existe otro ámbito que no ha sido lo suficientemente explorado: la música. prnoticias ha hablado con Salvador López Jénez, socio fundador de In Crescendo Consulting y músico.

 

 

Salvador López (@Viajerosonico), consultor y peculiar conferenciante que posee una banda de rock, cree en la ‘rockvolución empresarial’ y denuncia el hecho de que cuando pensemos en un músico de rock la frase típica que aparezca nuestra cabeza sea ‘sexo, drogas y rock&roll’ y no pensemos que ‘nos pueda dar buenas maneras de pensar, aprovechables en el mundo de las empresas’.

 

Este ‘cóctel humano’, como él se autodefine, añade: ‘Pero si cambiáramos la frase y dijéramos ‘sexo, drogas y management’, ¿qué pasaría? Yo he estado en el mundo de la empresa y también he visto sexo y drogas. Y no pasa nada; la gente lo asume y no pensamos que los directores generales tengan malas ideas; en cambio de los rockeros sí. ¿Por qué? Hay ideas geniales en el mundo del rock a nivel de organización, de liderazgo de equipo, de creatividad y de innovación’.

 

Salvador López cree que hay seis aspectos que las empresas deberían itar de los músicos para tener éxito. El prero es su manera disruptiva de pensar, especialmente necesaria en nuestro contexto social; se necesita ‘reinventar las organizaciones’ y los músicos pueden servir de ejemplo para ello.

 

El segundo es una ‘capacidad de trabajar colaborativamente especialmente interesante’; los músicos compiten entre ellos pero lo hacen colaborativamente y se homenajean unos a otros. Puedes ver a Bruce Springsteen tocando cosas de Jmy Hendrix y, en cambio, nunca verás a Volvo diciendo cosas bonitas de Seat’. Se trata, pues, de adoptar una manera más sana de competir.

 

Otra característica que los empresarios deberían adoptar es el tener en cuenta que ‘las personas somos un binomio que está compuesto la razón, un lado, y las emociones, otro. En el mundo de la empresa normalmente apelamos a la razón diciendo “mi producto funciona mejor”; en cambio en el mundo de la música nadie dice “mi música es mejor” sino que hacen una propuesta emocional’. El consultor explica que todos los músicos tienen una ‘marca emocional’ y, sin embargo, cuando las organizaciones buscan inspiración siempre miran a otras empresas y nunca a otros ámbitos.

 

Salvador López vincula el asunto de las emociones al cuarto valor, el que los músicos nunca hablen de ‘clientes’, sino de ‘fans’, lo que cambia su actitud hacia el público: ‘los músicos se esfuerzan deleitar a sus clientes y viven para ello. En cambio, creo que las empresas viven para ganar dinero. Los músicos también intentan ganar dinero pero su principal objetivo es generar unas emociones diferentes, únicas, que aten valores a la gente, y los que lo consiguen se llevan el gato al agua’.

 

En quinto lugar, cuando las empresas piensan en innovación están pensando en inversiones tecnológicas o en contratar asesores; en cambio los músicos tienen sus ‘propias estrategias naturales’, como la estrategia de ‘mezclar cosas que antes estaban separadas’. López menciona como ejemplo a la banda de heavy Black Sabbath, que en el año 1968 reparó en el éxito de las películas de terror y decidió mezclar el rock con el miedo. Así, se convirtió en ‘una de las madres del heavymetal’ y su mezcla generó una innovación muy exitosa en el ámbito de la música, que desde hace cuarenta años existe este estilo y es ‘uno de los más prolíficos’.

 

Por últo, Salvador López menciona la capacidad de adaptación al cambio de los músicos y su capacidad de reinvención, ‘que son dos cosas distintas’. Un ejemplo de adaptación al cambio (verlo no como amenaza sino como otunidad) es la ya Genesis, que al quedarse sin cantante puso a su batería, Phil Collins, a cantar y situó dos baterías en el escenario tocando a la vez, hecho que nunca se había visto en el rock. La banda dobló sus ventas.

 

Dos ejemplos de reinvención (generar uno mismo el cambio y no esperarlo), es Bob Dylan, ‘un tío que cuando estaba en lo más alto pensaba en reinventarse’, explorando nuevos estilos; y Sting, que cuando triunfaba con ‘The Police’ decidió reinventarse en clave de jazz, situándose ‘arriba de todo’ y siendo ‘mucho más grande ahora que cuando estaba con The Police’. El consultor concluye: ‘Cuando las cosas van bien es cuando hay que empezar a plantearse qué más podemos hacer’.

 

Para Salvador López, un ejemplo de gran empresa que hace lo mismo que los músicos es Apple, que ‘tiene una visión totalmente orientada al mercado; no al producto’ y ‘ha generado emoción y ha hecho lo que hacen los músicos’. Otro es HarleyDavison, ‘ejemplo de vender ilusiones y tener fans’, que ‘el 30% de los dueños de una HarleyDavison tiene tatuado el logo en la piel’.

 

Si, como su nombre indica, ‘música’ es lo perteneciente o relativo a las musas, quizás sea el momento de encontrar en ella una fuente de inspiración para los negocios.

 

Seguiremos informando…

 


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