Eduardo Gil Plasencia es responsable de de Comunicación CPP España. El teléfono móvil hace tiempo que ya no es un teléfono. Lo usamos cada vez más, para más cosas distintas y cada vez está más presente en nuestras vidas. “Los medios tecnológicos”, decía MacLuhan, “son herramientas que extienden las habilidades humanas. Igual que un automóvil es una extensión de nuestros pies, la computadora es una extensión de nuestro sistema nervioso central”. Si hacemos caso al filósofo, el móvil se ha convertido en una extensión de nuestro cerebro. Recordaréis de la facultad de periodismo, continuando con las teorías del padre de la aldea global, que prero formamos las herramientas y luego éstas nos forman a nosotros. Por tanto, los medios tienen el poder de modificar el curso y el funcionamiento de las relaciones y las actividades humanas. Hoy podemos decir, con toda seguridad, que cuando el ser humano ha añadido la ubicuidad a la computadora ha entrado en una nueva era.
El Smartphone está influyendo en todos los ámbitos de nuestra vida, generando profundos cambios en los hábitos de las personas. Cambios que se suceden a gran velocidad ya que, hoy día, vivir constantemente conectado parece algo prescindible. Estas innovaciones nos permiten hacer más cosas lo que, en cierto modo, nos hace más libres. Sin embargo, ¿nos ata libertad o, el contario, nos hemos convertido en seres dependientes, o incluso adictos, de esta nueva herramienta? Esta es la pregunta que hemos Intentado responder en la campaña @Enganchados al móvil. Cómo usamos el móvil, si hacemos o no un uso responsable de él, de qué forma nos afecta esta dependencia cada vez mayor… Para ello, hicos una encuesta de hábitos, contamos con la ayuda del psicólogo experto en adicciones, José Antonio Molina del Peral, e hicos un Control de Movilemia a pie de calle para ver analizar, personalmente, a todo aquel que se terciase.
Tuvos en cuenta las cuatro variables que se usan para analizar cualquier otra adicción: La tolerancia, el síndrome de abstinencia, la pérdida de control y la interferencia en otras áreas de tu vida. Investigar sobre algo que atañe a toda la población, que les preocupa, y hacerlo de forma concienzuda resulta que es muy interesante para los medios de comunicación. Generar información llamativa y nueva, poner a disposición de los medios la voz de un experto y facilitar la opinión del ciudadano sobre algo de lo que todo el mundo habla es, siempre, una estrategia ganadora. Si quieres llegar al periodista, es necesario situarlo en el centro de tu estrategia. No se trata tanto de pensar en tu público final, sino en el intermediario. Porque los medios de comunicación siguen siendo quienes generan credibilidad, quienes crean opinión y quienes marcan la agenda. Son ellos los que saben cómo contarle algo a su lector, su oyente o su telespectador. Su filtro es vital para la sociedad. Los periodistas son, tanto, el principal y más tante cliente de cualquier departamento de comunicación. Todas las cadenas de TV nacionales, múltiples emisoras de radio, prensa generalista, local, especializada, todos mostraron gran interés. La campaña no sólo llamó la atención de los periodistas sino que gustó a la gente y a todos les pudos explicar qué es tan tante asegurar sus móviles, qué notarán las consecuencias negativas de esta dependencia cuando se lo roben o se les estropee. Nos dejaron contarles nuestra historia.
Estar presente en las redes sociales, desarrollar el g de contenidos, hacer periodismo de marca y todas estas tendencias son cosas estupendas y necesarias pero no olvidemos que lo más tante sigue siendo ser capaz de entrar en los grandes debates. No en los de política o fútbol, que también, sino en esos que se hablan en el desayuno, en el ascensor, de balcón a balcón o en la cama, antes de dormir. Y hay que hacerlo con información de calidad, con disponibilidad total, añadiendo valor y recordando que los que cuentan las cosas son los medios de comunicación, los periodistas.