EL MÚSICO Y LA CLÁ

pedro_mayo2012
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Asisto con estu desde media mañana a la escabechina que están montando en las redes sociales el ex empleado de Telefónica despedido en Barcelona y sus cuatro amigos, esos que están en huelga de hambre desde hace dos semanas y a los que ya han ido a visitar políticos de la talla de Joan Herrera y Cayo Lara (modo ironía on).

 

Mi estu se debe a varias razones, pero la prera y más sangrante es la punidad. En los mensajes vertidos estos cinco individuos esta mañana, así, a vuelapluma y sin entrar en detalles, se pueden percibir delitos de varios tipos. Sin ninguna vergüenza ni pudor, ni supuesto ninguna consecuencia para ellos, le piden a sus seguidores que les ayuden a destapar   “chanchullos” de los directivos de Movistar, que utilizarán para montar un retaje “si no hay readmisión” (la readmisión es lo que quiere el despedido, la indemnización de 118.000 euros que ha recibido no le parece bastante). Es decir, que si la compañía se deja torcer el brazo y hay readmisión, se guarda los trapos sucios de sus jefes. Para mejor ocasión, debe ser. Ahí tienen extorsión en toda regla, chantaje puro y duro.

 

A partir de ahí, tenemos mensajes de todo tipo. Mezclando churras con merinas, tarifas con políticas de Recursos Humanos, reclamaciones con Urdangarines, ya no saben dónde más disparar pero siguen errando el único tiro que hubiera sido razonable, el de recurrir ante el Supremo la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que obliga a Telefónica a indemnizar al tal Armenteros –con 118.000 euros pero no a readmitirle.

 

En su torpe y precipitado plan de comunicación que consiste en salir todas partes cargando contra Telefónica, la reforma laboral –aunque el despido es del año pasado y la sentencia de junio, así que Armenteros se ha ido con sus 45 días año como un señor y el toro que mató a Manolete, los huelguistas cometen errores de bulto. Uno de ellos, hablar sin parar de la otra profesión de Marcos, la que le tenía demasiado distraído para ir a trabajar, la de músico en un grupo. Tanto, que llega uno a pensar si toda esta parafernalia no estará, al final, encaminada a hacerle la promoción al muchacho, y todos esos palmeros que lleva detrás no pasarán de ser una clá marrullera y organizada.

 

pedro aparicio pérez

fontanero de la Comunicación

@pedroapa48

director de prnoticias.com

direccion@prnoticias.com

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