El balance de la Comunicación durante el prer año del PP en la Moncloa deja muchas tareas pendientes: ruedas de prensa sin preguntas, cortes enlatados, incomunicación entre los Ministros, falta de claridad, escasez de entrevistas e incapacidad para explicar las reformas, han sido las señas de identidad de una estrategia en teoría coordinada el equipo de Carmen Martínez Castro.
Mariano Rajoy se esforzó en la campaña general para calar entre los votantes. Desde el prer mitin quiso mostrar una agen de credibilidad y sensatez. Explicar su programa electoral fue secundario (o terciario). Recuperó la confianza de España y ganó. Tras vencer mayoría absoluta, el reto era recuperar la confianza de Europa y de los mercados. Pero no hubo cambio y se mantuvo el mismo mensaje convirtiendo las preras semanas de gobierno en una continuidad de la campaña electoral.
El ya Presidente del Gobierno no salió a hablar con los medios de comunicación. Prefirió no conceder entrevistas. La principal encargada en ‘salir a la palestra’ fue (y es) la Vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría. Rajoy callaba y Sáenz de Santamaría comunicaba, pero no lograba explicar ni convencer a los ciudadanos de las bondades de las reformas estructurales. Sus comparecencias se reducen a la rueda de prensa del Consejo de Ministros.
Durante los preros cien días el Ejecutivo Popular y Rajoy han gobernado con frases hechas: ‘hacer una política económica como dios manda’, ‘una reforma laboral con sentido común’, ‘nadie puede gastar más de lo que tiene’ y ‘hay que devolver a España al lugar que le corresponde’ son un ejemplo del lenguaje del Presidente del Gobierno. Un momento que además coincidió con un periodo de gran descoordinación entre los principales Ministros del Gobierno: Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad y Juan Manuel Soria, ministro de Industria y Turismo aparecieron muchas veces contradiciendo sus mensajes y demostrando la escasa coordinación entre los diferentes equipos de Comunicación del Gobierno.
Después de tres meses el PP diseñó una estrategia de Comunicación para explicar las reformas del Gobierno. Así, el vicesecretario de Organización, Carlos Floriano señaló que es necesario mantener un diálogo permanente con los ciudadanos, vertebrar el mensaje y escuchar las propuestas de la gente. El plan de trabajo se asentaba en cuatro pilares fundamentales: Comisiones de Estudio, Foros, Publicaciones y Grupo de Expertos. Parece que el protagonismo que quisiera otorgar Floriano a la Comunicación se contradice con la idea de Alberto RuizGallardón, ministro de Justicia, para el que ‘la prioridad del Gobierno no es la Comunicación sino las reformas’.
En esta fase de Gobierno, los descuidos y los errores en encuentros políticos han sido protagonistas. Ejemplo de ello fue un micrófono encendido que permitió escuchar ‘la reforma laboral me va a suponer una gran protesta social’, palabras que salieron de la boca del Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Poco a poco, el Gobierno ha ido ideando un espacio comunicativo de crisis y dificultades. Mariano Rajoy ya no promete acabar con el paro, ni tampoco salir de forma inmediata de la crisis económica, financiera y social que nos atraviesa. ‘No hay varitas mágicas para salir de la crisis’ ha señalado este mismo mes de octubre el Presidente del Gobierno. ‘Es verdad que las medidas que estamos tomando hacen daño a la gente, a mucha gente. Son difíciles de explicar, son difíciles de comprender. Yo soy absolutamente consciente de eso y lo somos todos en el Gobierno. Pero son absolutamente prescindibles. Créame, que si no, no las tomaríamos’, ejemplo de Comunicación Política del jefe del Ejecutivo siendo comunicativamente ausente.
A la celebración del año de Rajoy en la Moncloa y desde la sede del Partido Popular, el secretario de Comunicación, Carlos Floriano valoró este prer aniversario. ‘Hemos pasado de un país que estaba a la deriva a un país con un rumbo cierto hacia la salida de la crisis’, comunicó Floriano. Palabras llenas de esperanza a falta de concretar estrategias asentadas.
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